Aernnova retira por sorpresa el ERE para despedir a 133 trabajadores
La multinacional alavesa Aernnova ha retirado por sorpresa el expediente de regulación de empleo (ERE) con el que pretendía despedir a 133 trabajadores de la planta que posee en Berantevilla (Álava). La decisión viene precedida de la tormenta de críticas que ha soportado la compañía en las últimas semanas por parte de los trabajadores y, sobre todo, de las instituciones (Ayuntamiento de Vitoria, Diputación de Álava y Gobierno vasco). Tanto el comité empresa de la planta de Aernnova en Berantevilla como las instituciones consideran que el expediente de regulación de empleo que había presentado la compañía carecía de fundamento porque “el grupo Aernnova tiene carga de trabajo”. Esta era la razón esgrimida desde el grupo para lanzar el ERE. Pero el hecho que pocos días después de aprobar el ERE anunciara una inversión de 18 millones de euros y la creación de 145 empleos en su planta de Illescas (Toledo) en un proyecto para fabricar puertas para el Airbus A-350 hizo que las presiones sobre la compañía se redoblaran. Desde el Gobierno vasco hasta la Diputación de Álava y el Ayuntamiento de Vitoria, todas ellas gobernadas por el PNV, cargaron con dureza contra la compañía.
La consejera de Desarrollo Económico y Competitividad, Arantza Tapia, acusó directamente a la firma de “chantaje” al reclamar en Euskadi ayudas públicas que al parecer sí puede obtener en otros puntos de España. Mientras, el diputado general de Álava, Ramiro González, ha presionado al grupo para que “recapacite” y el alcalde de Vitoria, Gorka Urtaran, se ha reunido con los trabajadores para transmitiles su apoyo.
El comité de empresa ha cifrado en 100 millones de euros la cantidad recibida en subvenciones por parte de Aernnova desde su creación hace 20 años, aunque el Gobierno vasco habla de 10,5 millones para proyectos en I+D+i- desde 2009. Los sindicatos habían elaborado un calendario de movilizaciones con paros de tres horas, una concentración ante la sede la patronal SEA-Empresarios Alaveses y una manifestación en Vitoria.
Aernnova ha dado marcha atrás, aunque sigue pensando que existen razones económicas para el ERE. Las razones de esta retirada, entre otras, residen en la presión de “diferentes agentes ajenos al ámbito industrial que han hecho inviable el avance de la negociación en condiciones normales”, en alusión velada a la presión institucional. La dirección ha indicado a los trabajadores que “la planta en Álava sigue manteniendo dos problemas sustanciales sin solución: sigue sin reunir condiciones de competitividad y sigue contando con un excedente de capacidad productiva”. Según el propio grupo, “Aernnova Álava no está capacitada para desarrollar la carga de trabajo que recientemente ha conseguido AZI”. Y añade que “ni las instalaciones [en Berantevilla] ni la maquinaria le permiten trabajar en esos productos, ni se tiene como compañía la experiencia necesaria para ello”.
