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“Aproximación” entre el Estado y Euskadi para solventar los 1.600 millones de litigio del Cupo

El lehendakari Iñigo Urkullu, en su despacho

Iker Rioja Andueza

El lehendakari, Iñigo Urkullu, ha asegurado este lunes que los Gobiernos central y vasco tienen ya una “aproximación” para cerrar las discrepancias en torno al Cupo, la cuantía que abona Euskadi al Estado por los servicios que le presta y para la solidaridad interterritorial. Son unos 1.600 millones en disputa los que el Estado exige, se han ido acumulando desde 2007 y ahora se pueden ventilar fruto de la necesidad del Ejecutivo del PP de contar con los votos del PNV para la aprobación de los presupuestos generales. El lehendakari, no obstante, ha manifestado que tan importante como “el huevo” es “el fuero” y ha exigido que el acuerdo incluya no sólo un reconocimiento de esos 1.600 millones menos que ha de pagar Euskadi sino una “metodología” nueva que evite el contencioso al menos hasta 2021.

Urkullu, que ha atendido a los medios de comunicación después de firmar un convenio con la Fundación Amancio Ortega, que ha donado 14,7 millones a Euskadi para que se adquiera tecnología contra el cáncer destinada a Osakidetza, ha sorprendido al manifestar en dos ocasiones, en euskara primero y en castellano después, que confía en que el litigio con el Cupo se resuelva “en las próximas horas”. En principio, esta negociación “gubernamental” no tiene que ver con la que llevan PP y PNV a nivel de partidos, pero es evidente que los ajustados plazos para cerrar un pacto presupuestario condicionan los ritmos de las comisiones técnicas de ambos Ejecutivos.

Fuentes oficiales aseguran que, para zanjar el asunto del Cupo, hay reuniones “todos los días” de los equipos técnicos. El propio Urkullu asume que existe una “aproximación” en cuanto a la cantidad que se ha de liquidar -los famosos 1.600 millones- pero el 'quid' de la negociación se sitúa ahora en el “fuero”, en la necesidad que plantea Euskadi de que a futuro -la aportación vasca se rige por leyes quinquenales- no se repitan los conflictos en las liquidaciones. Ha manifestado igualmente que si el Estado muestra “voluntad política” el entendimiento podría ser un hecho.

“No aceptaremos cualquier acuerdo”, ha manifestado, en todo caso, el lehendakari, que ha destacado la importancia de la “interpretación del autogobierno” de cara a la nueva normativa reguladora del Cupo para el período 2017-2021. Urkullu se ha esforzado en deslindar esta negociación institucional de la mesa política en torno a los presupuestos, aunque el Euzkadi Buru Batzar del PNV nunca dará el 'ok' a la fotografía con el PP sin el plácet de Lehendakaritza, más cuando se trata de un tema tan sensible como la financiación singular de los territorios vascos.

Por otro lado, Urkullu ha recordado que hay otros asuntos en la “agenda vasca”. Ha citado los recursos contra leyes vascas ante el Tribunal Constitucional -singularmente la ley de víctimas de la violencia policial- o determinadas políticas industriales y de Energía, asunto en el que podría haber un guiño desde Madrid a tenor de las palabras de la ministra Fátima Báñez, de visita en Euskadi. Corrigiendo al portavoz del PNV, a Joseba Egibar, Urkullu ha matizado, eso sí, que la política penitenciaria con los presos de ETA es otro “escenario” y que no está ahora mismo sobre el tapete. En la misma línea, el 'popular' Alfonso Alonso ha manifestado que no sólo no se hablará de presos sino que tampoco Egibar participa en las conversaciones.

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