Bizkaia apoya con 34.000 euros el programa de recuperación del águila pescadora

Según ha informado la Diputación, desde 2013, la inversión foral en esta iniciativa alcanza los 240.000 euros. El objetivo principal de este programa es la recuperación a corto plazo de esta “emblemática” ave rapaz como especie reproductora en el territorio vizcaíno y la utilización de este proceso como herramienta para la conservación, la educación ambiental y el ecoturismo.

Los responsables forales han explicado que, por un lado, el águila pescadora es “una especie centinela que, al estar en lo alto de la cadena trófica, puede ser utilizada para evaluar el estado de los humedales” y, además, es “una especie paraguas”, de manera que muchas de las medidas de conservación que se le apliquen favorecerán la conservación de “muchos animales y plantas”.

“Es una especie 'bandera', singularmente atractiva y popular, que resulta un instrumento eficaz para promover la educación ambiental, la sensibilización en torno a la conservación de la biodiversidad y, al mismo tiempo, para atraer turismo respetuoso con el medio ambiente”, han añadido.

Para lograr este objetivo, se estimó un número mínimo de 60 ejemplares liberados en el plazo de cinco años, siguiendo la experiencia de proyectos similares que se han llevado a cabo en otros países europeos.

Desde la puesta en marcha de este programa en 2013 y hasta la fecha, se han liberado 48 ejemplares en la Reserva de la Biosfera de Urdaibai, todos ellos llegados a Bizkaia de la mano de un convenio de colaboración entre la Diputación y el Gobierno de Escocia.

Este acuerdo se alcanzó para “dar cuerpo” al acuerdo rubricado previamente con la Sociedad de Ciencias Aranzadi, que inició el desarrollo del programa de recuperación del águila pescadora gestionado a través del Urdaibai Bird Center.

LIBERACIÓN GRADUAL

El sistema empleado para el desarrollo de este programa de recuperación es el de la cría campestre o “hacking”, una técnica que consiste en liberar gradualmente, en la zona en la que una rapaz necesita ser recuperada, crías de su especie nacidas en cautividad o recogidas en nidos de poblaciones fuera de peligro.

En el caso del programa de recuperación del águila pescadora en Bizkaia, se emplean crías de nidos escoceses que se trasladan hasta Urdaibai y se mantienen en nidos artificiales hasta que son capaces de volar, momento en el que son liberadas.

Para la recogida de estos ejemplares en Escocia se cuenta con la colaboración del naturalista Roy Dennis, director de la Highland Foundation For Wildlife, y de un grupo de voluntarios. Este equipo se encarga de seleccionar los nidos, obtener los permisos necesarios, recoger los ejemplares y organizar la logística del transporte hasta Urdaibai acompañados por un técnico del proyecto.

Una vez liberados en Urdaibai, el equipo técnico del proyecto las alimenta hasta su total independencia, que se produce habitualmente transcurrido un mes desde su puesta en libertad. En ese momento, inician el viaje migratorio que les lleva hasta el África subsahariana. Los ejemplares que logren sobrevivir regresarán a Urdaibai una vez adultos y formarán las primeras parejas reproductoras al tercer o cuarto año tras su liberación.

En 2015 se produjeron los primeros retornos de ejemplares. En 2016 regresaron cuatro ejemplares a Urdaibai, tres machos del grupo liberado en 2013 y otro más del grupo de 2014, con lo que se prevé que las primeras parejas reproductoras de formen próximamente.

Una de las jóvenes águilas pescadoras que han llegado desde Escocia hasta Urdaibai este año, que lleva por nombre Cousteau en homenaje a Jacques-Yves Cousteau, porta un transmisor que permite realizar un seguimiento durante su migración e invernada en África.

El transmisor que porta emite diariamente señales al satélite Argos y éste las rebota a su sede en Toulouse (Francia), desde donde se informa al Urdaibai Bird Center de la posición y movimientos de este ejemplar. Gracias a esta información y a la suministrada por los ejemplares marcados en años anteriores, los responsables del programa conocen con “bastante precisión” el comportamiento de las águilas pescadoras en Urdaibai, así como sus rutas migratorias y zonas de invernada.

En años precedentes se han marcado con este tipo de dispositivos doce ejemplares del proyecto, de los cuales cinco alcanzaron la zona de invernada, situada entre Senegal, Mali y Guinea Bissau. Se ha certificado la muerte durante la migración de, al menos, tres ejemplares (dos por electrocución y un tercero por depredación), lo que confirma “la alta mortalidad que sufre esta ave rapaz durante sus primeros años de vida”.