El Gobierno Vasco tilda de “accidente” la muerte de Cabacas
El director de la Ertzaintza, Gervasio Gabirondo, salió ayer respaldado de su incursión verbal en el `caso Cabacas´, la muerte hace justo un año del hincha del Athletic a causa de un pelotazo lanzado por un agente de la policía vasca. La consejera de Seguridad, Estefanía Beltrán de Heredia, aseguró ayer en la Cámara “compartir” la opinión del director de la Ertzaintza acerca de que la muerte de Iñigo Cabacas fue un “accidente”, porque “nadie tenía la intención de causar su muerte”. Una marcha recorrerá esta tarde las calles de Bilbao para exigir un cambio en el modelo policial que evite la repetición de hechos luctuosos como este. El fallecimiento de Cabacas se produjo varios días después de haber recibido un impacto de una pelota de goma lanzada por la Ertzaintza el 5 de abril de 2012, durante una intervención en Bilbao.
EH Bildu llevó ayer el caso Cabacas al Parlamento vasco. El PNV se enfrentó a su propio espejo y la consejera de Seguridad conoció de primera mano lo que significa estar en el Ejecutivo en relación con este caso. Y en el espejo se reflejaban ahora otras siglas y responsabilidades. En la anterior legislatura fueron los peneuvistas los que intentaron poner en la Cámara en numerosas ocasiones entre la espada y la pared al entonces consejero de Interior, Rodolfo Ares, con este espinoso tema. Ayer la que tuvo que responder ante la oposición fue Estefanía Beltrán de Heredia. Y el motivo fue una declaración del nuevo director de la Ertzaintza. Gervasio Gabirondo había declarado recientemente que la muerte de este joven, que está siendo investigada por un juzgado de la capital vizcaína, fue un “accidente” porque “nadie tenía voluntad de crear el daño que se ha creado”. Sus declaraciones fueron criticadas con dureza por la familia y la abogada del fallecido, la ex dirigente independentista Jone Goirizelaia.
La consejera de Seguridad no enmendó la plana a su máximo jefe policial y dijo “compartir” la opinión de Gabirondo, al tiempo que argumentaba que “en aquel operativo, nadie tenía la intención de causar la muerte” del joven. El representante de la coalición 'abertzale' aprovechó esa parte de la respuesta para cargar contra el Ejecutivo: “Sólo faltaba que en la Ertzaintza haya miembros con voluntad homicida”, le espetó. Julen Arzuaga denunció que la carga policial de aquel día fue “desproporcionada” y que la decisión de utilizar escopetas lanzapelotas no puede calificarse de “accidental”.
El rifirrafe no acabó ahí. La titular de Seguridad acusó al portavoz de EH Bildu de “demagogia y ambigüedad” por eregirse en “defensor de la víctimas” y le recordó que en materia de víctimas tiene “muchos deberes que le quedan por hacer”. Finalmente, Beltrán de Heredia realizó un llamamiento a “no alimentar falsas polémicas y no generar más dolor del que ya sufren” los familiares de Cabacas. Pidió tranquilidad, que se espere a las conclusiones de la juez que instruye la causa y aseguró que será la Justicia será la que determine las posibles “imputaciones y responsabilidades”. “Que nadie tenga duda de que acataremos las resoluciones y las responsabilidades que se deriven de la instrucción judicial, y de que en el ámbito disciplinario actuaremos con todo el rigor”, se comprometió. Esta apelación coincide en el tiempo con las críticas desde los familiares y amigos del joven fallecido ante la falta de información sobre la investigación judicial. Esta tarde una manifestación recorrerá las principales calles de la capital vizcaína en recuerdo del Iñigo Cabacas. La marcha exigirá justicia en este caso y un nuevo modelo policial en la Ertzaintza.
