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Choque por romper el monopolio de las ITV en Euskadi

Eduardo Azumendi / Redacción

La revisión oficial de los automóviles, conocido popularmente como pasar la ITV (Inspección Técnica de Vehículos), no tiene claro hacia dónde camina su futuro. En Euskadi, las ocho estaciones de ITV que funcionan en la actualidad pertenecen a cuatro empresas y son concesiones administrativas del Gobierno Vasco. Un coto cerrado. Un monopolio que ahora se ve amenazado por los concesionarios, talleres y vendedores de coches y motos que pugnan por participar en el reparto. Todos luchan por instalar líneas de inspección.

Por ahora, el Ejecutivo de Vitoria mantiene la incompatibilidad de permitir esta actividad a talleres y concesionarios. Los informes que apuestan por la liberalización y los que se oponen a la apertura se encuentran encima de la mesa del Gobierno vasco, el único competente en Euskadi a la hora de dar autorizaciones.

¿Pero qué pasa en el resto de España? En casi todas las comunidades autónomas el funcionamiento es similar al de Euskadi. ¿Y en Europa? La obligación de que los coches pasen la Inspección Técnica de Vehículos no supone que tengan que ir necesariamente a estaciones determinadas y, muchas veces escasas, como ocurre en Euskadi y en el conjunto de España. En Francia, Inglaterra o Alemania, por ejemplo, los conductores pasan la inspección en cualquiera de los muchos talleres concertados con la administración que existen en las ciudades y municipios. En Alemania, por ejemplo, un conductor avisa a un taller de que va a pasar por allí y los responsables del taller se ponen en contacto con un inspector que pasa a ver el coche en el día convenido. Mientras, en Inglaterra se puede elegir entre los numerosos talleres con licencia o acudir a un depósito municipal oficial.

La ventaja de este sistema es la comodidad que ofrece a los conductores, quienes no tienen la obligación de desplazarse a estaciones concretas señaladas, a veces demasiado alejadas de sus garajes y aparcamientos domiciliarios. En ciudades como Donosti, donde abundan las motocicletas y no existe una estación de ITV autorizada en el casco urbano, los dueños de estos vehículos deben acudir a la localidad de Urnieta por la carretera general, con el peligro y la incomodidad que ello comporta. La otra opción es aguardar a las campañas periódicas de ITV móvil. Ninguna de las dos resulta del todo satisfactoria para los usuarios, con lo que el índice de inspecciones es bajo.

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