Educación se enfrenta con los insumisos a la Lomce por las pruebas de evaluación
La consejera de Educación del Gobierno vasco, Cristina Uriarte, no puede disimular el disgusto y el enfado que le han producido las últimas movilizaciones de los colectivos insumisos a la Lomce, que han tratado de boicotear las pruebas piloto de evaluación realizadas el pasado mes de mayo en sexto curso de Educación Primaria y cuarto de ESO. En el pleno del Parlamento vasco, la consejera ha denunciado “las múltiples presiones y manifestaciones de acoso” que se produjeron en algunos centros educativos. Estas pruebas van encaminadas a aportar información para que los centros puedan actualizar sus planes educativos, según el departamento.
Asegura que estas pruebas están recogidas en Heziberri y no son las reválidas de la Lomce. En Heziberri (el currículo vacso) se fija lo que debe aprender un alumno al acabar la etapa de enseñanza obligatoria. Además, el departamento recalca que los resultados de las pruebas no se harán públicos ni tendrán ninguna repercusión en el expediente académico
Una opinión muy diferente mantienen algunos sindicatos, profesores y la agrupación de padres de la escuela pública, Ehige, que ha reclamado a Educación que no las realice “hasta que defina un sistema coherente, consensuado y sostenible de evaluaciones”. Según estos colectivos, Educación intenta colar las evaluaciones externas, las reválidas de la Lomce. Aitor Idigoras, uno de los portavoces del sindicato Steilas (mayoritario en la enseñanza pública), insiste en que la consejera “se ríe” de la comunidad educativa. “Euskadi es la comunidad autónoma que más pruebas externas realiza. Los agentes educativos le han dicho que basta, pero sigue empeñada en hacer los pilotajes”.
La consejera ha explicado que las pruebas se realizaron en la segunda quincena de mayo en 30 centros de sexto de Primaria y 60 de cuarto de Secundaria. Las pruebas piloto se desarrollaron de acuerdo a “lo previsto”, sin problemas o con “pequeñas incidencias”, en 63 centros.
Pero en 27 centros se produjeron “problemas”, que impidieron realizar las pruebas a la mayor parte del alumnado. “En algunos casos se produjeron múltiples presiones y manifestaciones de acoso” por parte de los sectores que rechazan este tipo de exámenes. Así, no se pudo “trabajar con normalidad y se alteró de manera sustancial la convivencia”.
La Federación de Enseñanza de Comisiones Obreras Euskadi es una de las centrales que se ha mantenido al margen. Su responsable, Pablo García de Vicuña, cree que en esta ocasión se trataba de pruebas piloto, que solo buscaban experimentar para “mejorar en el futuro lo que no va bien en algunos centros”.
