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Erkokera acusa al Gobierno del PSE de intentar “petrificar” el 25 de octubre y apuesta por otra fecha con mayor respaldo
De esta manera, ha respaldado la iniciativa del PNV, que este miércoles ha anunciado que promoverá una Ley que derogue la fiesta del 25 de octubre impulsada por el Gobierno López como 'Día de Euskadi'.
En una entrevista a ETB, recogida por Europa Press, Erkoreka ha recordado que “sobre este particular” ya se pronunció el Ejecutivo autónomo, la pasada semana, en el Parlamento vasco.
Ha señalado que, entonces, el Gobierno autónomo calificó este día de “artificial” porque las fiestas “como jornadas de emoción colectiva, o gozan de un prestigio y son compartidas mayoritariamente por la población, o si no, fracasan”.
Asimismo, se ha mostrado convencido de que el 'Día de Euskadi' es “una fiesta impuesta por una mayoría coyuntural en el Parlamento, que no se correspondía con las aspiraciones mayoritarias de la sociedad”. Por ello, el Ejecutivo consideraba que “ese consenso, insuficiente, había de ser sustituido por otros, en torno al cual pudiera cuajar una fiesta alternativa”.
Erkoreka cree que “si esa fiesta alternativa, consensuada, con un respaldo más amplio que la del 25 de octubre”, puede fijarla la Cámara “con ocasión del debate que se plantee a instancias de la proposición no de Ley, perfecto”. “El Gobierno está para cumplir las resoluciones del Parlamento”, ha apuntado.
Para el portavoz del Ejecutivo, “la única fiesta que, en este momento está fijada por Ley, es ésa”. “Por regla general, las fiestas se fijan vía decreto, anualmente. Esto suele ocurrir así en todas las Comunidades autónomas, incluso en Estado”, ha dicho.
A su juicio, esto es así “porque es una fiesta que se fijó, en un momento determinado, con una mayoría parlamentaria determinada, que quiso petrificar 'per sécula seculorum' una fiesta que sabían que no contaba con un consenso popular suficiente”.
En su opinión, se trata de “sustituir ese consenso insuficiente” por otro “mucho más amplio, más sólido, que cuente con más respaldo popular” y que cumpla con “la función” de una fiesta, “que todos los ciudadanos” la reconozcan como “un motivo justificado de emoción”.
