El año de la 'guerra' en la Ertzaintza
Es como si un tuerto le hubiese mirado mal a Estefanía Beltrán de Heredia en 2014. El año que ahora se cierra prácticamente solo le ha dado una buena noticia al Departamento de Seguridad y a su consejera. Y justo en el tiempo de descuento: el pacto del PNV con el Ministerio de Hacienda para poder sacar adelante la OPE en la Ertzaintza que estuvo mucho tiempo en el aire por el recurso interpuesto por la Abogacía del Estado. La consejera y su brazo derecho, Josu Zubiaga, viceconsejero de Seguridad, han tenido más éxito en el Ministerio que dirige Cristobal Montoro -y por persona interpuesta, ya que la negociación la llevó en exclusiva el Grupo nacionalista en el Senado y, finalmente, en el Congreso- que en el que dirige Jorge Fernández Díaz, con el que los desencuentros han sido constantes.
Incluso ambas administraciones han sido incapaces de acordar siquiera la convocatoria de una reunión de la Junta de Seguridad, el órgano donde los responsables políticos y policiales de ambos Gobiernos y cuerpos policiales dirimen sus diferencias, pactan y planifican las políticas de seguridad compartidas.
Su antecesora en el cargo, Idoia Mendia, que apenas si estuvo unos pocos meses en una cartera siempre 'caliente' (aunque ahora mucho menos desde el final del terrorismo de ETA), se lo recuerda de vez en cuando al cruzarse en los pasillos del Parlamento vasco: “Ya te dije que se vive más tranquila en cualquier otro Departamento”. Y no se equivocaba.
El renovado y ampliado liderazgo del sindicato independiente ErNE en los comicios celebrados a finales de año complica aun más las perspectivas de desatascar un conflicto que tiene su inicio en el nuevo modelo policial diseñado por el hombre fuerte en la Ertzaintza, Gervasio Gabirondo, un superviente de la época de los consejeros de Interior Juan María Atutxa y Txabi Balza que ha puesto en marcha su polémico y contestado El Plan Ertzaintza horizonte 2016, en el que se diseña la que debería ser la policía de proximidad para la Euskadi sin ETA. Un plan que ha reventado las cuadernas de un cuerpo policial -incluidos algunos jefes de comisaría- que se queja de trabajar para las estadísticas más que para la seguridad de la ciudadanía.
“La Ertzaintza nunca ha estado peor”
Así lo relataba a eldiarionorte.es un agente con muchas muescas en su hoja de servicio. Kike es un viejo del lugar. Lleva 22 años trabajando en diversas comisarías guipuzcoanas. Ha visto cómo se ha gestionado este cuerpo con treguas de ETA y con etapas en las que los agentes eran diana de los terroristas. Con planes de todo tipo encima de la mesa, la sensación que transmite “y comparten los compañeros con los que trabajo en el día a día es que la Ertzaintza nunca ha estado peor. Es una sensación generalizada”.
Para dificultar aun más las cosas a Beltran de Herecia, las postrimerías del año han coincidido con la dimision del jefe de la Ertzaintza, Jorge Aldekoa, ligado ya para la historia de la Ertzaintza con el 'caso Cabacas'. Recolocado convenientemente a la vera del viceconsejero de Seguridad, el ahora comisario Aldekoa espera poder concursar de nuevo para recuperar sus galones de intendente y volver al selecto grupo de máximos responsables policiales de un cuerpo envejecido y sin rumbo claro.
Josu Zubiaba, viceconsejero de Seguridad, en una conversación informal con este diario admite las dificultades de interlocución con un bloque sindical compacto tras las elecciones. Pero reitera la “voluntad sincera del Departamento” para reeditar acuerdos con quien los quiera firmar. De momento, al otro lado solo suenan tambores de guerra. Y así empezará también 2015 para Estefanía Beltrán de Heredia.
