La Fundación Buesa reivindica el consenso que deslegitime el terrorismo
La Fundación Fernando Buesa celebra su XIV aniversario en un momento complicado. En esta ocasión, la conmemoración del asesinato de Fernando Buesa y de Jorge Díez lleva por título 'Hacia un consenso en valores democráticos'. Este título refleja, según la Fundación, su reivindicación del consenso, pero no cualquier consenso. Tiene que ser un consenso basado en valores y principios democráticos, que parte de la necesaria deslegitimación del terrorismo y del cumplimiento de los principios de memoria, verdad y justicia“.
En el acto, intervendrán Natividad Rodríguez y Sara Buesa, presidenta y vicepresidenta de la Fundación Fernando Buesa Blanco Fundazioa; los patronos Josu Jon Imaz , Miren Ortubay, y Santi Bengoa y la participación especial de Fernando Grande Marlaska, presidente de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional.
Con motivo de la presentación del Plan de Paz y Convivencia del Gobierno vasco, así como de los proyectos de paz y convivencia en el ámbito educativo, la Fundación ya se ha pronunciado sobre la necesidad del consenso. “Resulta entendible que en la elaboración de estos planes se haya buscado diseñar un marco que permita la integración de todos aquellos que van a participar en este proceso. Es deseable también que estos documentos busquen el acuerdo y no partan de posiciones tan maximalistas que impidan el encuentro entre diferentes. No obstante, la búsqueda del acuerdo no puede plantear documentos tan flexibles que en realidad no comprometan a nada, que se recurra a un lenguaje tan genérico y etéreo que pueda servir para hacer cualquier tipo de política”.
“No se puede acudir”, añade la Fundación, “a términos tan eufemísticos y edulcorados que no se vea reflejada la realidad de la que partimos”. Estas y otras cautelas fueron trasladadas a la Secretaría de Paz y Convivencia en relación con la primera redacción del Plan de Paz y Convivencia. Algunas de las aportaciones han sido incorporadas al Plan definitivo y se ha redactado un nuevo preámbulo. Sin embargo, la Fundación mantiene algunos desacuerdos con el planteamiento general y con el diagnóstico. “La ambigüedad en la redacción de alguno de los enunciados del Plan puede dar lugar a interpretar la existencia de un conflicto previo que justifique la violencia, aunque no decimos que sea esa la intención del texto”.
Proyecto totalitario
La Fundación insiste en que no ha sido un conflicto político sin resolver el que ha justificado la violencia terrorista, sino que “fue una opción voluntariamente asumida para imponer un proyecto totalitario y excluyente al resto de la sociedad”. “Hay veces”, prosigue, “que la virtud no está en el término medio, sino que una búsqueda del acuerdo desde premisas inadecuadas no lleva al encuentro, sino a la soledad”.
Por eso, el liderazgo necesario del Gobierno vasco en materia de paz y convivencia no “se puede basar en una supuesta centralidad que pone de manifiesto unas pretendidas actitudes intransigentes de los demás”. Esta centralidad así entendida puede resultar “estéril”, ya que no ha conseguido que “quienes hasta hace poco no rechazaban la violencia se muevan un ápice” y, sin embargo, ha roto consensos democráticos tejidos en momentos “muy difíciles y que se plasmaron en importantes hitos normativos y políticos”.
