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Jonás Trueba compite por la Concha de Oro: “El cine no tiene por qué ser desmesurado”

EUROPA PRESS) (De la enviada especial de Europa Press Mirian San Martín

SAN SEBASTIÁN —

El cineasta Jonás Trueba ha protagonizado con el cuarto filme de su carrera, 'La reconquista', uno de los momentos más amables de la Sección Oficial del 64 edición del Festival de San Sebastián, que ha estado caracterizada por la violencia y la crueldad en varios de los títulos que compiten por la Concha de Oro.

“El cine no tiene por qué ser desmesurado, a veces parece que tiene que haber una gran explosión o varias muertes, algo muy intenso, ha señalado el director este jueves durante la rueda de prensa que ha ofrecido para presentar el filme.

“A mí no me pasan esas cosas”, ha recalcado el director, quien ha preferido hacer una película en un “término civilizado”, como si fuera un “juego de mesura de equilibrios”.

Esta historia, su película “más clásica”, según ha destacado durante la rueda de prensa, está protagonizada por Francesco Carril e Itsaso Arana, quienes dan vida a Olmo y Manuela, dos jóvenes que se reencuentran 15 años después de haberse prometido un futuro.

Trueba (Madrid, 1981), que tiene a sus espaldas tres películas --'Todas las canciones hablan de mí' (2010); 'Lo ilusos' (2013); 'Los exiliados románticos' (2015)-- considera que en el cine canaliza “los afectos” y que en su caso no parte desde los “referentes”.

“No quiero hacer algo que se parezca a la vida sino que sea la vida”, ha destacado Trueba, quien a pesar de ser consciente de que esta afirmación puede sonar “pretenciosa”, es la “aspiración” que tiene como cineasta.

En este sentido, ha explicado que “lo único que uno desea es hacer una película que sea genuina”, para lo que “hay que rodearse de gente así”, tanto entre los actores como entre el equipo técnico, algo que cree que facilita hacer una película que pueda ser “ella misma”.

EXPERIENCIA PROFUNDA

Trueba también cree que puede parecer ambicioso el hecho de que haya querido hacer una película “para el espectador”, aunque ha destacado que ha intentado que sea una experiencia profunda, porque defiende que “la obligación” que tienen los cineastas es seguir creando experiencias intensas y bellas para que la gente quiera seguir viendo las películas“.

Respecto a la cultura que rezuman siempre los personajes de sus películas, el director ha señalado que en este caso concreto no ha tratado de hacer un “retrato generacional”, aunque haya gente que sí se pueda identificar con los protagonistas.

En esta línea, ha resaltado que nunca trata de filmar historias “sociológicas” con las que la sociedad se pueda sentir identificada, sino que tan solo son narraciones sobre personas a su juicio “normales” y “personajes que han leído algunos libros y han visto algunas películas”. Para Trueba, lo curioso de estas declaraciones es que “la gente se sorprende cuando en una cena se habla de libros, pero no cuando alguien saca una pistola y mata a ocho personas”.

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