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PNV y PSE quieren que las empresas no repartan dividendos para evitar su endeudamiento

Aitor Guenaga

Bilbao —

Socialistas y peneuvistas han pactado también una serie de resoluciones -incluidas en la parte secreta del segundo anexo que EDN difundió antes de la firma del acuerdo- para presentar conjuntamente en el pleno de fiscalidad que tendrá lugar este jueves. Las resoluciones, cuyos criterios generales serán trasladadas posteriormente a las Juntas Generales de los tres territorios, tienen cuatro bloques: IRPF, Impuesto de Sociedades, Impuesto sobre Sucesiones y Donaciones y, finalmente, la Concertación de las nuevas figuras tributarias.

Las medidas tributarias en relación con las empresas (Impuesto de Sociedades) buscan, entre otras cosas, incentivar el desarrollo económico, pero también revisar determinadas deducciones por gastos considerados “cuestionables” para el desarrollo de la actividad economica como los de representación o relaciones públicas (restauración, hostelería, viajes y desplazamientos), los gastos privados incorporados a sociedades, los relacionados con los vehículos automóviles turismo, ciclomotores y motocicletas o, incluso, los gastos cuyo pago se realice incumpliendo la normativa sobre pagos en efectivo superiores a 2.500€.

Como criterio general, ambos partidos consideran que “las empresas que mantengan o incrementen su plantilla laboral fija, deben de tener un tratamiento diferenciado en cuanto a la determinación del mínimo de su tributación efectiva”. En estos momentos de crisis y de falta de liquidez, PNV y PSE ven muy importante asegurar la capitalización de las empresas. Y quieren fomentar que las sociedades reinviertan y no repartan dividendos, evitando así tener que acudir al endeudamiento.

En ese sentido, una de las resoluciones ve “necesario tomar medidas para el fortalecimiento de la capitalización de las empresas, vinculadas a mejorar el tratamiento de las estructuras basadas en un incremento de los fondos propios y una reducción de la necesidad de acudir al endeudamiento, fomentando que se opte por reinvertir las ganancias de las empresas en la actividad sin repartir dividendos, la participación en el desarrollo de nuevos proyectos empresariales, incluyendo el apoyo al emprendimiento, y el fomento de la dotación de reservas para la nivelación de beneficios, para dotarse de una estructura financiera más resistente a los cambios de ciclo económico”.

En relación con la incentivación del tejido industrial, las resoluciones también fijan criterios tributarios. Por ejemplo, se presta una especial atención a las microempresas para facilitar la implantación y el desarrollo de proyectos empresariales, “reduciendo sus costes fiscales directos e indirectos” y “fomentando la reinversión de sus beneficios para el aumento de su capacidad de dimensión y simplificando su tributación”.

Y también quieren quitar otras deducciones por su “limitada eficacia incentivadora” como la reserva para inversiones productivas o la protección del patrimonio cultura o limitar otras como las relacionadas con el Fondo de Comercio y las compensación de bases negativas, créditos fiscales, periodos transitorios etc.

Jubilaciones y planes de previsión social complementarios

Socialistas y peneuvistas pretenden además revisar el tratamiento tributario de la explotación de patentes y otros resultados de las actuaciones de Investigación y Desarrollo. El objetivo: incentivar el “esfuerzo interno investigador”.

En el impuesto sobre la renta (IRPF), que quieren armonizar también en todos los territorios, ambos partidos consideran necesaria “la revisión de la deducción del incentivo fiscal anual en el tratamiento de la vivienda habitual, estableciendo nuevos límites al importe máximo anual deducible”. Uno de los puntos de la resolución consensuada apunta la revisión del “tratamiento de las deducciones por aportaciones a Planes de Previsión social complementarios, estableciendo , entre otras medidas, nuevos límites en las aportaciones máximas deducibles, suprimiendo los incrementos para mayores de 52 años, y eliminando la deducibilidad de estas aportaciones una vez cumplida la edad de jubilación”.

Finalmente, consideran necesario “revisar el tratamiento de la deducción por edad, eliminando esta deducción para rentas superiores a un determinado nivel de ingresos”, así como revisar “a la baja el tratamiento de la deducción por donativos, estableciendo un porcentaje máximo de deducción”.

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