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Las razones del PNV para apoyar a Sánchez (sin Ciudadanos)

El PNV está dispuesto a apoyar la investidura de Sánchez

Aitor Guenaga

Aunque todavía es muy pronto para determinar qué papel va a querer jugar finalmente el PNV en el proceso de investidura del futuro presidente español, su líder,Andoni Ortuzar, y el lehendakari, Íñigo Urkullu, dan por superado el tiempo del PP y de Mariano Rajoy en La Moncloa. Entre otras cosas porque los cuatro años de la legislatura de mayoría absoluta de Rajoy han dejado al PNV en fuera de juego durante todo ese tiempo. Y la “recentralización sufrida” ha sido de tal calibre, según lo peneuvistas, que hay escaso margen de maniobra para explorar una negociación en esa dirección.

Los nacionalistas pueden recurrir al discurso del victimismo en muchas ocasiones, pero el Grupo Vasco en el Congreso de los Diputados ha demostrado legislatura tras legislatura que ese planteamiento no es incompatible con aprovechar la debilidad de los sucesivos Ejecutivos centrales. Y el PNV nunca ha desaprovechado coyunturas de ese tipo para arrancar transferencias para Euskadi u otro tipo de dádivas de Madrid. 

Antes de que se cerraran las urnas el pasado 20-D, un destacado líder del PNV aseguraba que la situación ideal para el partido que preside Andoni Ortuzar -que el próximo fin de semana será nombrado de nuevo gran timonel peneuvista en la Asamblea General de Pamplona- era que sus diputados en Madrid pudieran ayudar al cambio en La Moncloa porque “los resultados lo permitan”. Y el panorama en el nuevo Congreso de los Diputados abre las puertas a ese cambio. Por eso el PNV va a jugar sus bazas de nuevo ante un candidato necesitado como es Pedro Sánchez. Tensando la cuerda, pero sin romperla en ningún momento. 

¿Con qué argumentos podría el PNV sumar sus votos en una investidura a favor de Pedro Sánchez?

Reconocimiento y profundización del autogobierno vasco. Los peneuvistas no buscan como sus hermanos en Cataluña un desbordamiento de la legalidad actual, ni apuestan por desafiar al Estado con modelos unilaterales hacia la independencia vasca. Pese a que son críticos con el PSOE porque no terminar de concretar cómo encajaría el nuevo estatus vasco por el que aboga el PNV en la reforma de corte federal que defiende para España Pedro Sánchez, creen que hay posibilidades de pactar con u Gobierno socialista modificaciones de Leyes Orgánicas que abran la puerta a consultas acordadas (vinculantes o no) sin necesidad de modificar la Constitución. Algo, además, que el PNV entiende inviable porque el PP controla el Senado y puede vetar cualquier iniciativa que surja de la Cámara Alta para cambiar la Carta Magna. Aquí los tres conceptos que estarán en las conversaciones entre socialistas y peneuvistas por parte del portavoz peneuvista en Madrid, Aitor Estaban, -encargado de dirigir las negociaciones por la delegación vasca- son bilateralidad, nación vasca y consulta pactada.

Concierto Económico y Cupo. Aspectos contantes y sonantes de la negociación. El desfase que se arrastra sobre el cálculo del Cupo entre las administraciones central y vasca -que no es nuevo, lleva creciendo año tras año desde el último Gobierno del lehendakari Ibarretxe y se ha reproducido incluso con Ejecutivos socialistas en ambas administraciones (José Luis Rodríguez Zapatero y Patxi López) sería una buena moneda de cambio. El desfase de interpretación del Cupo entre ambos ejecutivos supera ya con creces los 1.000 millones de euros. Y junto a ese asunto, el compromiso de aprobar en esta legislatura una nueva Ley Quinquenal del Cupo.

Fin ordenado del terrorismo de ETA y nueva política penitenciaria. Probablemente el aspecto negociador en el que ambas partes pueden definir políticas consensuadas más fácilmente, sobre todo tras el movimiento de calado que el líder de Sortu Rufi Etxeberria planteó en relación a la aceptación de la legalidad penitenciaria por los reclusos de la organización terrorista. No hay que olvidar que fue con un lehendakari socialista, el ahora presidente del Congreso Patxi López, con el que se produjo la declaración de cese definitivo de la violencia terrorista de ETA en octubre de 2011. Y que el propio López defendió desde Ajuria Enea una política penitenciaria flexible con los presos etarras que quieran avanzar por el camino del reconocimiento del daño injusto causado. Ambos partidos son conscientes de que desatascar el frente de la cárceles acelerará el desarme y la disolución definitiva de ETA.

El PNV acude a la negociación sin “líneas rojas” y sin vetos, lo cual no supone que vaya a regalar a Pedro Sánchez el apoyo de sus valiosos -aunque insuficientes- seis diputados. La reunión de este sábado entre Ortuzar y Sánchez, un primer apretón de manos, ha servido para ver la disposición de ambos líderes. “Nosotros queremos cerrar acuerdos pero siempre en base a documentos y propuestas”, ha apuntado el presidente peneuvista tras el encuentro. Y ha recordado lo obvio: que ante todo su partido es una fuerza “nacionalista” y su interés es Euskadi. Pero con un interés claro en poder condicionar las políticas que surjan desde el palacio de La Moncloa.

Los peneuvistas van sin prisas, viendo desde la barrera cómo se desarrollan los incipientes contactos que, a día de hoy, el líder del PSOE ha escorado hacia Ciudadanos, después de los desplantes, exigencias y condiciones que el líder de Podemos, Pablo Iglesias, ha puesto encima de la mesa en las últimas semanas. Y eso sí puede ser un problema si la voluntad inicial de Sánchez de articular una mayoría de “cambio progresista” en torno a Podemos y sus confluencias, IU (Unidad Popular), un eventual apoyo del PNV y la abstención imprescindible de otros actos políticos para salvar la investidura, se transmuta finalmente en un acuerdo de legislatura con Ciudadanos. 

El PNV desconfía (y mucho) del partido de Albert Rivera. Y pese a que Ciudadanos parece haber aparcado su propuesta de hacer desaparecer el Concierto vasco en el marco de una reforma del futuro modelo tributario europeo, los peneuvistas consideran que ese eje de acuerdos PSOE-C´s no beneficiaría en nada al futuro del autogobierno vasco y, mucho menos, al reconocimiento de la realidad plurinacional española. Y eso son palabras mayores para los de Ortuzar.

El baile de la negociación acaba de empezar y Ortuzar y Esteban no se van a quedar parados. El PNV quiere contar en la próxima legislatura española.

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