PSE de Erandio denuncia la “desidia” del Ayuntamiento para atender las quejas por el uso de lonjas

El portavoz socialista de Erandio, Juan Otermin, ha pedido una “mayor agilidad” en la adopción de medidas en aquellas lonjas cuyos ruidos resultan “muy molestos para los vecinos”. Según ha recordado, en el municipio “hay algunas lonjas, son minoritarias, cuyos inquilinos causan serias molestias a los vecinos en las noches y en la madrugada”, lo que hace “imposible su derecho al descanso”.

Sin embargo, ha lamentado, la Junta de Gobierno “no da respuesta” a estas situaciones y, por ello, los vecinos afectados se ven obligados a acudir al Ararteko para “pedir protección”.

“Los particulares --ha agregado-- se quejan de un trato discriminatorio por dos razones: la primera porque parece que tienen mejor trato los inquilinos que producen las molestias que quienes las sufren y, por otro, porque el Ayuntamiento ya ha actuado en situaciones similares en el pasado”.

En este sentido, ha explicado que un vecino viene denunciando la situación que sufre cada fin de semana desde abril de 2012 “y la única respuesta que se le ha dado es que avisara a la Policía Municipal cada vez que tuvieran problemas con los ruidos provenientes de una lonja cercana a su vivienda”.

Pese a sus reiteradas llamadas, la “Junta de Gobierno no ha dado las instrucciones precisas para terminar con esta situación de una manera definitiva, y solo cuando llega la patrulla de la Policía Local a la madrugada, es cuando bajan la voz y desaparecen los ruidos”, ha señalado.

Por ese motivo, el propietario decidió acudir al Ararteko en octubre de 2012. Sin embargo, ha manifestado, “desde el Ayuntamiento se bloquea la entrega de documentación al Ararteko que la solicitó en enero y, posteriormente, en julio de 2013, sin que por parte de la Administración Local se enviara expediente alguno”.

El PSE de Erandio ha exigido que “se dé respuesta urgente” a los expedientes que se presentan y ha apostado por que “estas situaciones de ataque a la convivencia deben ser reguladas con la participación y siendo escuchadas las partes afectadas, tanto los ocupantes de las lonjas, sus propietarios, los vecinos afectados y la Administración”.

“Somos conscientes de que estas situaciones son minoritarias y no es justo hacer recaer sobre la generalidad de las lonjas el estigma de unas pocas, pero de la misma manera no podemos dejar de reprochar aquellas conductas que rompan las normas mínimas de convivencia y tranquilidad”, ha concluido.