La oposición censura el recorte en la becas de excelencia universitarias
La oposición no está nada contenta con la forma en la que el Gobierno ha recuperado las becas que premian la excelencia universitaria. Los socialistas y EH Bildu, los dos partidos de la oposición que forzaron la aprobación de una proposición no de ley a finales de octubre pasado para exigir a Educación que recuperara este premio a los mejores expedientes académicos universitarios, creen absolutamente insuficiente y “exigua” la partida destinada por el Ejecutivo para estas becas para el curso 2014-15. El Departamento de Educación ha recortado la partida de los 600.000 euros a los 120.000 euros previstos para el próximo curso académico.
La portavoz de Educación del PSE en la Cámara vasca y exconsejera de Educación, Isabel Celaá, cree que el “brutal recorte” en las cuantías y el hecho de que se liguen a la renta en vez de al talento de los estudiantes es una muestra de la “ausencia de una política incetivadora de la ciencia y la investigación por parte de un Departamento que sí dispone de amplios recursos para el euskera, la organización de congresos con dispendio y el pago a medios afines para que hagan noticias favorable al Gobierno”. La exconsejera socialista se refiere a los 335 millones de euros para las políticas de euskera o los 173.000 euros gastados en un congreso sobre Formación Profesional en mayo pasado.
La enmienda transaccional que dio pie a la proposición no de ley, acordada primero entre PNV y EH Bildu y, posteriormente, con los socialistas vascos, instaba al Departamento que dirige Cristina Uriarte a “reinstaurar el programa de becas de excelencia académica para reconocer y premiar al alumno universitario de alto rendimiento”. El texto, con el que el PNV intentó amortiguar el tirón de orejas y la indignación entre los alumnos universitarios con beca, señalaba también que las citadas becas serían incluidas dentro de “un apartado específico en la normativa ordinaria de becas para estudios universitarios y otros estudios superiores dentro de este ejercicio”.
Es lo que ha hecho el Departamento de Educación, pero reduciendo significativamente la partida -las becas pasan de los 3.500 euros en la etapa del Gobierno socialista a los 1.000 euros actuales. En el caso de los estudiantes que marchaban fuera de Euskadi la beca ascendía a 6.000 euros- y vinculándolas además a la renta familiar. Es decir, mientras que antes solo se premia al alumno por ser brillante, independientemente del poder adquisitivo de su familia, ahora para optar a esa beca de excelencia debe estar incluido previamente en el régimen general de becas universitarias. Esta partida general será de 26,82 millones de euros.
Para la coalición soberanista EH Bildu,“la crisis no justifica tamaña reducción” en este tipo de becas. “Si bien es cierto que el mandato parlamentario no concretaba qué cantidad debía destinar Educación a financiar las becas de excelencia, no es razonable dedicar solo 120.000 euros cuando antes eran 600.000”, censura el parlamentario Juanjo Aguirrezabala.
Pero para EH Bildu, “lo peor es el cambio de la propia esencia de esas becas, cuyo objetivo es incentivar y premiar los buenos resultados, los logros, de los universitarios. Lo que hace Educación es mezclar dos conceptos que, en esencia, son distintos. Por un lado, las becas de excelencia, pensadas para premiar a los estudiantes más brillantes, al margen de su situación económica; por otro, las becas ordinarias, cuyo fin es garantizar el derecho al estudio, el acceso a la Universidad, a los alumnos con menos recursos económicos”.
Para Aguirrezabala, Educación “despoja a las becas de excelencia de su verdadero significado. Para eso, sería mejor suprimir esa figura y utilizar esos fondos para incrementar la dotación de las becas ordinarias”, resume.
El PP, en contra
Para Celaá, ligar este tipo de becas a la renta es un error. “En ningún otro lugar se unen estas becas a las rentas, porque no están pensadas para compensar la falta de recursos de los estudiantes, sino para impulsar el talento”. “Los socialistas impulsamos un acuerdo parlamentario para recuperar las políticas emprendidas en la anterior legislatura, pero no compartimos el resultado, ni en la filosofía que lo inspira, ni en la dedicación de recursos”.
Los populares, por boca de su responsable de Educación en la Cámara vasca, Iñaki Oyarzabal, consideran también un “grave error” la decisión de recortar las becas que premian a los universitarios más brillantes. Y tampoco cree acertado ligar estas becas a la renta familiar del alumno. “Entendemos que cuando los recursos son limitados es razonable priorizar. Pero el Departamento se equivoca porque hay que incentivar la excelencia y los estudios revelan una carencia en materia de excelencia entre nuestros alumnos. Ahí tenemos un problema”, añade Oyarzabal.
Para el parlamentario popular, la decisión del Departamento que dirige Cristina Uriarte con esa decisión y con otras -como las relacionadas con el dinero destinado a las políticas del impulso del euskera- evidencia “que no fija bien las prioridades del Gobierno.
