Vitoria despliega su diplomacia con Tánger: en juego hay una deuda de 17.000 euros
El estado de deterioro de un emblemático edificio, situado en pleno casco antiguo de Vitoria-Gasteiz, el palacio Álava-Esquivel, ha sido el principal motivo del encuentro mantenido entre el nuevo cónsul del Reino de Marruecos en Bilbao, Kamal El Mahdaoui y el alcalde de Vitoria, Gorka Urtaran.
El inmueble es desde hace años propiedad del municipio de Tánger. La municipalidad marroquí no lo adquirió, llego a sus manos, como otras tantas propiedades, por una cesión. El Duque de Tovar Ignacio de Figueroa y Melgar quien, al morir en 1953 sin hijos, legó su herencia al Instituto Norteamericano del Cáncer y, en caso de que renunciara, a la ciudad de Tánger. Los norteamericanos renunciaron y el Duque de Tovar cedió en 1953 todas sus posesiones al protectorado español. En 1956 se crea el Reino de Marruecos y en 1960 Tánger se integra en él. Por este motivo dispone de numerosas propiedades en España, que son de carácter histórico y con un alto valor patrimonial, como el palacio de Vitoria.
El mantenimiento de estos inmuebles es muy costoso, de modo que el Ayuntamiento de Vitoria se ha visto en la obligación, ante la dejadez o despreocupación de su propietario, de realizar intervenciones en la fachada y tejado, para evitar desprendimientos en la vía pública. Tánger debe al consistorio de Vitoria 17.000 euros por las reformas acometidas y debería asumir una inversión mayor, ya que el inmueble necesita una rehabilitación integral para solventar las deficiencias arquitectónicas que presenta.
El Ararteko sugirió incluso la expropiación
Pese a las continuas reclamaciones del Ayuntamiento de Vitoria, el propietario del palacio, hasta el momento, se ha desentendido totalmente del edificio, hasta tal punto que el caso llamó la atención del Ararteko. El defensor del pueblo vasco recomendó en un informe la imposición de “multas coercitivas” a Tánger por no rehabilitar el palacio, e incluso cita la posibilidad de una expropiación forzosa. Según recoge la recomendación del Ararteko “la administración municipal debe actuar con firmeza hasta el definitivo cumplimiento de las órdenes dictadas y para ello, dispone de diferentes mecanismos que le dota la legislación urbanística que van desde la multa coercitiva, a la expropiación forzosa, pasando por la ejecución subsidaria o el agente rehabilitador”.
Para evitar ese desenlace, el alcalde de Vitoria-Gasteiz, Gorka Urtaran, se ha reunido esta mañana con el nuevo cónsul del Reino de Marruecos en Bilbao, Kamal El Mahdaoui. “La primera toma de contacto ha sido muy buena y positiva. Vemos disposición a lograr acuerdos y resolver problemas que estaban enquistados desde hace tiempo como el de la situación estructural y económica del Palacio Álava-Esquibel”, ha explicado el alcalde, que ha logrado el compromiso del mandatario marroquí de asumir la deuda. “El cónsul se ha mostrado dispuesto a resolver de forma ágil el conflicto económico entre la municipalidad de Tánger propietaria del inmueble y el ayuntamiento gasteiztarra”.
Visita del regidor de Tánger en febrero
El consulado también se ha comprometido a facilitar una visita del alcalde de Tánger a Vitoria-Gasteiz, prevista para finales de febrero, en la que el regidor marroquí podrá comprobar ‘in situ’ el estado en el que se encuentra el inmueble.
Gorka Urtaran también ha puesto sobre la mesa la posibilidad de intensificar las relaciones comerciales con Marruecos e impulsará un proyecto de colaboración para poner en marcha espacios de contacto para empresas gasteiztarras y marroquíes. El alcalde ya ha contactado con la Cámara de Comercio para poner en marcha esta iniciativa, al ser la institución más adecuada para articularla.
Además, el regidor ha trasladado al cónsul que Vitoria-Gasteiz cuenta con una importante comunidad marroquí, por lo que además de las relaciones comerciales “también es importante fomentar las relaciones humanas”. En ese sentido, los mandatarios han acordado favorecer la integración de esta comunidad en nuestra sociedad “con el objetivo de colaborar en asuntos de convivencia con la pluralidad y el respeto como ejes conductores de esa integración”.
