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La rehabilitación de viviendas arrastra a los vecinos al ahogo económico

Un edificio del barrio de Zaramaga de Vitoria en obras.

Natalia González de Uriarte

Vitoria-Gasteiz —

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La rehabilitación comunitaria de viviendas en los barrios antiguos de la ciudad arrastrará a muchos vecinos sin recursos al ahogo económico, según han explicado a eldiarionorte.es los representantes de colectivos vecinales de esas zonas. Varias comunidades de los denominados 'barrios de oro' -Adurza, Abetxuko, Zaramaga, Ariznabarra, Coronación o Casco Medieval- favorables a las reformas se replantean acometer las obras ante las imposibilidad de muchos vecinos de cumplir con los pagos pese a las ayudas institucionales.

El primero de los bloques que ha retrasado la reforma es el de los números 2, 4 y 6 de la calle Laguardia en Zaramaga, un lineal de portales que cuya obra integral pretendían presentar como ejemplo desde el Ayuntamiento para estimular al resto del barrio a sumarse al programa de rejuvenecimiento de los inmuebles.

En un principio las obras de este edificio fueron acordadas de forma unánime por sus vecinos. pero de momento las obras siguen sin desarrollarse. Requiere un desembolso total de 1,1 millones de euros, de los que el Gobierno vasco pone 450.000 y el Ayuntamiento 310.000 euros. Esto se traduce que en la práctica, cada uno de los treinta propietarios ha de pagar unos 40.000 euros pero les subvencionan el 15 %. Según relata la portavoz de la asociación vecinal del barrio, Bizigarri, algunos propietarios sin ingresos no pueden soportar esos gastos y se han replanteado la decisión de la rehabilitación.

Derecho a una vivienda digna o derecho a alimentarse

Derecho a una vivienda digna o derecho a alimentarseOtros miembros del resto de la comunidad tampoco quieren arrastrar a sus vecinos al ahogo económico que les supondrá ese desembolso, que en el peor de los casos puede convertirles en nuevos morosos. “En muchos casos desgraciadamente tienen que elegir entre el derecho a tener un vivienda digna o a disponer de un plato caliente al día. Lógicamente, es antes la comida”, plantea Celia de Vicente.

También hay quien no es tan comprensivo y recrimina a quienes se niegan a pagar. Según relata César Caño, de Errota Zaharra en Coronación, desde que comenzó la crisis se están multiplicando las desavenencias y enfrentamientos entre los vecinos que afrontan estas reformas en las viviendas. “En varios bloques de la calle Tenerías se han registrado problemas provocados por las obras. El sistema de subvenciones no está bien parido. Dicen que es progresivo y lo es, pero para el que tiene dinero. Pero para aquel que no puede pagar ni con las ayudas, debería hacerse mayor esfuerzo porque le abocamos a la morosidad. En la comunidades de propietarios la mayoría se impone. Ejecutan los arreglos y no sé sabe qué pasa con esos casos de los que deben dinero porque además la gente se avergüenza de esas situaciones y no lo cuenta, pero lo que sí percibimos es el malestar y la confrontación generada entre los vecinos afectados por estas situaciones”, lamenta Caño.

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