Los chicos ven “mucho más difícil” 'salir del armario' que las chicas
Los chicos lo tienen más difícil para ‘salir del armario’ que las chicas. Al menos así lo ven ellos, según un estudio del Gobierno vasco que ha analizado las actitudes de 129 alumnos de entre 14 y 16 años de edad en ocho centros escolares de Euskadi, tanto públicos como privados. Además, los “pocos adolescentes” lesbianas, gais, bisexuales, transgénero e intersexuales (LGTBI) que han participado han declarado haber sufrido “algún tipo de rechazo en alguna ocasión”.
En general, las chicas muestran una actitud más positiva (aceptan mejor las muestras de afecto entre personas del mismo sexo o las trasgresiones de género) y las conductas verbales que discriminan o enjuician a los colectivos son menos utilizadas que por los chicos. Los chicos, por su parte, afirman que les sería realmente difícil declarar a sus amistades masculinas que son gais, ya que creen que probablemente serían rechazados o ridiculizados.
El informe indica que “cuanto mayor es el cuestionamiento de los roles de género, se detectan menos prejuicios, actitudes de rechazo o conductas irrespetuosas”, a la vez que se señala que “son muchos los adolescentes que muestran gran sensibilidad con la igualdad entre hombres y mujeres, y son capaces de cuestionar el reparto de roles tradicional”.
Según los autores del trabajo, la población adolescente vasca acepta la diversidad afectivo-sexual, familiar y de género existente y muestra respeto hacia los colectivos LGTBI (conformadas por lesbianas, gais, trans, bisexuales e intersexuales). En general, “son prácticamente inexistentes los discursos públicos o las verbalizaciones directas de rechazo hacia la diversidad”. Sin embargo, aunque la diversidad familiar y relacional está cada vez más interiorizada, aún perduran fobias más sutiles y más difíciles de detectar. “Hay adolescentes que no muestran conductas fóbicas racionales, pero pueden, por ejemplo, sentir incomodidad ante lesbianas y gais o mostrar desagrado ante manifestaciones de afecto entre personas del mismo sexo”.
“La lucha contra la LGTBIfobia es una defensa del principio de igualdad, la dignidad y los Derechos Humanos de todas las personas”, ha señalado Ernesto Sainz, director de Política Familiar y Diversidad del Gobierno Vasco.
La directora de Innovación Educativa, Lucía Torrealday, ha destacado que la escuela representa un espacio privilegiado para abordar tanto la diversidad afectivo-sexual y familiar como las identidades de género. “Si hay algún lugar o ámbito en el que estas cuestiones se abordan y trabajan de manera preventiva y con especial sensibilidad, éste es el ámbito escolar. Es imprescindible que la comunidad educativa se convierta en un agente activo ante la lucha contra la LGTBfobia, desde la prevención y la atención adecuada”.
Existencia de estereotipos
La realidad de las personas lesbianas, gais, bisexuales, trans e intersexuales ha experimentado un notorio avance en los últimos años: leyes que promueven sus derechos, incremento de su aceptación social, mayor visibilización, etc. Pero siguen existiendo estereotipos, prejuicios y creencias arraigadas socialmente que favorecen la permanencia de actitudes y conductas LGTBIfóbicas. Ideas como que la homosexualidad y el lesbianismo es una moda o una actitud de ‘postureo’; que en las parejas de gais o lesbianas una persona hace de hombre y la otra de mujer; que se sabe si una persona es o no gay o lesbiana por su apariencia y sus gestos….siguen estando en la mente de algunas y algunos adolescentes según las conclusiones del estudio. Por su parte, la bisexualidad se asocia en ocasiones a una moda y una actitud de postureo.
Sobre las personas trans, el estudio determina que su condición genera confusión por lo que las ideas que se asocian son más contradictorias: se las considera extrañas y a su vez valientes. La intersexualidad apenas se conoce, por lo que ni siquiera se tienen creencias preconcebidas.
