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El aroma de la comida casera quiere volver a los comedores escolares

Las famlias quieren que el Gobierno subvencione la autogestión de los comedores.

Eduardo Azumendi

Vitoria-Gasteiz —

Otro modelo de comedor escolar es posible. Al menos así lo cree la Confederación de Padres y Madres de la Escuela Pública Vasca-Ehige, que se ha lanzado a una campaña entre las familias y los diferentes agentes sociales para que el Gobierno vasco permite la autogestión en los comedores escolares (que los puedan dirigir los propios padres de cada colegio) y financie los menús elaborados con productos ecológicos de agricultores locales. Incluso está promoviendo una proposición no de ley para que se debata en el Parlamento vasco próximamente. En la actualidad, solo tres centros públicos, más alguno de Eskola Txikiak y los agrupados en Eskolapiko (un programa que promueve la producción local y sostenible“ son gestionados por las familias. El problema es que ninguno recibe subvención pública, ya que el Departamento de Educación solo financia los de gestión directa, es decir, los que llevan las grandes empresas de catering.

La norma que regula los comedores escolares se remonta al año 2000 y desde entonces no ha experimentado ningún tipo de cambio. Al contrario de lo que sucedía en la década de los 90, hoy en día en la mayoría de los centros escolares de la red pública se ofrece servicio de comedor. El hecho de que en aquella época tanto las madres como los padres habían dado el salto al mercado laboral intensificó la necesidad de este servicio en los colegios, “ya que no había nadie en casa a la hora de comer. Para dar respuesta a esa necesidad se construyeron comedores en la mayoría de centros educativos”, explica Ehige.

Así, el servicio de comedor creció considerablemente, y para organizar esta nueva situación, el Departamento de Educación aprobó una orden donde se establece que la gestión de todos los comedores escolares públicos debe ser directa, con lo que queda en manos de una empresa de catering elegida por el propio Gobierno vasco. En estos momentos, siete empresas se encargan de la las 92.000 comidas que se ofrecen en los centros educativos de Euskadi.

“Para algunos centros ha podido suponer un avance, pero para muchos otros los condicionamientos impuestos por la ley han supuesto un retroceso. Sonbre todo, para los que gestionaban su comedor antes del establecimiento de la orden”, explica Lourdes Imaz, portavoz de la Ehige.

Comercio local

Según Imaz, la gestión del comedor payudar a la economía de los pueblos donde se enclavan los colegios, ya que se organizaría el abastecimiento a través de “productoras y productores locales y del pequeño comercio”. “Tendría un efecto muy positivo en la economía local; se crean puestos de trabajo en la elaboración de la comida y el cuidado de las niñas y los niños”.

Para Ehige, resultan “inaceptables las restricciones” que marca la orden. “Los comedores sin ayudas han demostrado que son sostenibles económicamente, ecológicamente y socialmente. En Italia, Francia, Inglaterra, Escocia, Suecia o Dinamarca el planteamiento que tienen entorno a los comedores escolares es claro: trabajar con el objetivo de fundamentarse en producción ecológica local, porque así se garantiza un desarrollo rural equilibrado y una alimentación sana para las niñas y los niños”.

Junto con la proposición no de ley, Ehige también trabaja en un proyecto piloto para probar que la autogestión de los comedores es posible. “Vamos a demostrar que no existe un coste añadido con relación a los gestionados por medio de catering y que sí reciben ayudas públicas”.

El colegio de Larrabetzu, con cerca de 400 alumnos, es uno de los que cuenta con comedor autogestionado. A diario confecciona 250 menús con productos de temporada. “El menú les sale por 4,6 euros, una precio similar al del resto de los comedores de la red pública gestionados con catering”, indica Imaz.

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