¿Por qué el consejero de Salud preside un congreso de homeopatía?
Jon Darpón, consejero de Salud del Gobierno vasco, encabezó la pasada semana el comité de honor del VII Congreso Nacional de Homeopatía, que se celebró en San Sebastián. El programa del congreso recogía, entre otras actividades, el tratamiento Homeopático en metástasis pulmonares de carcinoma de células claras renales y el manejo homeopático de casos oncológicos en el País Vasco. La homeopatía es una disciplina duramente criticada por la mayoría de la comunidad médica que entiende que se trata de una pseudociencia basada en una especie de preparados mágicos carentes de efectividad.
El médico de familia Rafa Olalde ha sido uno de los primeros en advertir lo negativo que resulta la presencia del consejero de Salud en este congreso, aunque solo sea como miembro del comité de honor. “Me ha dejado ojiplático constatar que el Comité de Honor del Congreso lo encabeza el consejero”, señala en su blog osakidetza.info
Y añade: “Estoy totalmente seguro de que [el consejero] no es consciente de este hecho. A buen seguro que la petición se habrá tramitado como tantas otras de tipo administrativo. El personal del departamento seguro que es ajeno a la polémica que esta aceptación puede desatar, al tiempo que le han hecho un flaco favor. A él y a todos nosotros”. Preguntado el departamento por la presencia del consejero, un portavoz autorizado solo se ha limitado a confirmar que efectivamente Darpón formó parte del comité de honor.
Para la comunidad científica, la homeopatía no pasa de ser una pseudociencia. Y para la comunidad médica, “un proceso ilusorio y engañoso, que no cuenta con ningún tipo de evidencia científica a su favor y pertenece al mundo de las creencias”, como en su momento lo definió el presidente de los médicos en España, Juan José Rodríguez Sendín.Ni el Colegio de Médicos de Bizkaia ni la Sociedad Vasca de Medicina Familia y Comunitaria-Osatzen se han querido pronunciar sobre al presencia de Darpón en el congreso homeopático.
Con dos siglos ya a sus espaldas, la homeopatía juega, según sus críticos, con la capacidad de autosugestión para conseguir una aparente curación o alivio. El problema surge, según los médicos, “cuando los ‘productos homeopáticos’ intentan adquirir la etiqueta de medicamento, cuya definición implica poseer propiedades para el tratamiento o prevención de enfermedades en seres humanos o que pueda usarse o administrarse... con el fin de restaurar, corregir o modificar las funciones fisiológicas ejerciendo una acción farmacológica, inmunológica o metabólica...”. El año pasado, la Universidad de Barcelona tuvo que retirar un máster dedicado a la homeopatía debido a la controversia y rechazo que provocó en las comunidades científicas y médicas.
El anterior consejero de Sanidad del Gobierno vasco, Rafael Bengoa, se mostró muy crítico con la homeopatía. “Se diluyen los principios activos hasta un punto en que no se convierten ni en placebos. La homeopatía no pisa el terreno científico, sino el de las creencias, el de la magia, A los que se suben al carro de la homeopatía hay que decirles que sea como complemento a la medicina tradicional. Porque de otra manera puede resultar incluso peligrosa. Por ejemplo, cuando se les dice a unos padres que las vacunas que han puesto a sus hijos son seguras pero tienen tal nivel de dilución que resulta imposible proteger al cuerpo. Es una broma de muy mal gusto que puede terminar muy mal. Algunas personas dicen que la homeopatía es algo natural, pero yo replicó que en la medicina también empleamos elementos naturales que han pasado pruebas científicas muy duras para demostrar que pueden curar”.
