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“Me han dado, me han dado......”

Eduardo Azumendi

Vitoria —

Por mucho tiempo que pase, Guillermo González Prieto nunca podrá olvida el 3 de Marzo de 1976. Aunque se empeñe en olvidar, las heridas físicas que le quedaron de la refriega se encargan de recordárselo. Él es uno de los 150 heridos de bala por la Policía de aquel día. En su caso, la bala le atravesó el pulmón derecho y le salió por la espalda. “Conseguí salir de la iglesia por una venta y después de recibir unos cuantos porrazos en el paseillo que nos hicieron los policías, un grupo nos enfrentamos a ellos. Se trataba de que aliviar la presión sobre el resto de compañeros que estaban en la iglesia en medio de los botes de humo. En un momento dado, sentí el disparo. 'Me han dado, me han dado'....grité y caí en manos de un compañero”.

Lo siguiente que recuerda es el traslado en un '600' de la época hasta la Clínica Arana. “Estaba aturdido, mareado. Yo no veía la sangre, pero mis compañeros sí”. Guillermo fue uno de los heridos a los que días después visitó el entonces ministro Manuel Fraga en el hospital. El hermano de Guillermo no pudo reprimirse y reprochó a viva voz al ministro lo ocurrido. “Aquel 3 de Marzo fue angustioso. Llovían los botes de humo dentro de la iglesia y apenas nos podíamos mover porque estábamos dentro miles de personas. Se desató el pánico y los que pudimos salimos por las ventanas. Allí nos esperaban los polícias para aporrearnos. Todo era caos y confusión”.

Después de los golpes, la preocupación de Guillermo se centró en ayudar a los que aún resistían dentro y no salían por temor a la reacción policial. “Junto con un grupo de compañeros azuzamos a los agentes y les acosamos. Y empezaron los disparos...”.

Ahora, con la perspectiova que da el tiempo pasado, lo peor que lleva Guillermo es la instrumentalización que ha hecho la izquierda abertzale de la efemérides. “Cada 3 de Marzo me acuerdo y me duele. Se ha manipulado la historia de manera brutal. Aquella fue una lucha de trabajadores por mejorar sus condiciones laborales. Hoy en día no queda nada de eso cuando veo la forma de conmemorar los aniversarios”.

“Yo solo soy un trabajador de izquierdas. Por eso, confundir nuestra pelea con las reivindicaciones nacionalistas de la izquierda abertzale no tiene ningún sentido. Siempre tuvimos claro que no se debía mezclar la política con la lucha obrera, pero.....”.

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