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“En recuerdo a los empresarios que aguantaron frente a ETA”

Empresarios vascos recuerdan la soledad con que sufrieron el terrorismo de ETA

Aitor Guenaga

Han sido 50 años de “resistencia” ante los embates del terrorismo de ETA, grupo ya desarmada que este 20 de octubre cumple seis años desde que anunció el final de su actividad terrorista. Y en el homenaje tributado en el Palacio Euskalduna de Bilbao esta tarde por la patronal vasca Confebask y sus organizaciones territoriales a esos 49 empresarios y directivos asesinados por ETA, a los 52 secuestrados y a los más de 10.000 empresarios que sufrieron el chantaje terrorista del mal llamado impuesto revolucionario ha habido discursos políticos, vídeos, danzas, canciones.

Pero el acto, que ha durado más de una hora y ha estado cargado de emotividad y de homenaje sincero, ha alcanzado su momento de clímax cuando se han subido al escenario los familiares del primer empresario asesinado por ETA, Ángel Berazadi, del último directivo asesinado por los pistoleros etarras, Inaxio Uria, y de un símbolo en el empresariado vasco, José Mari Korta. Las casi 500 personas que han acudido al homenaje se han levantado de sus asientos y, ya en pie, han dedicado una cerrada ovación de varios minutos que ha llenado la sala del Palacio Euskalduna donde se ha celebrado el acto. Tanto la hija de Berazadi, Cristina, como la del empresario guipuzcoano Uria, María, como el hermano de Korta, Cándido, han aguantado a duras penas y completamente emocionados el momento que ha resumido lo que luego ha expresado con palabras tanto el máximo responsable de Confebask, como el lehendakari: el agradecimiento por mantenerse firmes, incluso en la soledad de los años de plomo, cuando el cariño y la solidaridad social o institucional brillaban por su ausencia.

En el escenario estaban también los máximos representantes de la patronal vasca Roberto Larrañaga (Confebask), y los dirigentes de las organizaciones territoriales Iñaki Garcinuño (Bizkaia-Cebek), Pascal Gómez (Álava-Sea) y Pello Guibelalde (Gipuzkoa-Adegi). El acto, muy cuidado estéticamente y al que han acudido representantes de todos los partidos salvo EH Bildu, que no fue invitada,, ha estado aderezado con la exhibición de cuatro vídeos dedicados a las víctimas, sus familiares y a la labor del empresariado vasco, con varias danzas y música en euskera.

Minutos después, justo después de la sentida ovación, ha tomado la palabra Larrañaga, quien aún emocionado, ha querido iniciar su declaración recordando y reconociendo “a todas las personas, empresarios y directivos vascos, que padecieron el sufrimiento, el rechazo y la soledad, fruto de la violencia y la extorsión terrorista. Recordamos a las personas y a sus familias que vivieron en primera persona el dolor injusto e irreparable, la amenaza y el acoso tanto personal como familiar sufrido en tantos, demasiados años”. Y, al igual que algunas víctimas en los vídeos proyectados -por ejemplo el profesor de la Universidad de Deusto Iñaki García Arrizabalaga, hijo del entonces delegado de Telefónica en Gipuzkoa Juan Manuel García Cordero, asesinado en 1980, quien ha denunciado el “cero de solidaridad institucional”- se quejaban de la soledad con la que habían vivido durante muchos años, Larrañaga ha denunciado que “el colectivo empresarial ha vivido en silencio y muchas veces en soledad el rechazo, la estigmatización y el señalamiento de una parte de nuestra sociedad”.

Larrañaga sabe que no hay respuesta para tanto dolor, pero ha querido poner en valor el aguante de los empresarios, pequeños, medianos y grandes durante tantas décadas de terror y violencia. “Aun nos faltan algunas respuestas. Hoy y aquí, deseamos recordar que, frente a la amenaza y la extorsión, el dolor y el rechazo, la gran mayoría del empresariado vasco ha continuado durante esos años trabajando en sus empresas y viviendo en nuestros pueblos y en sus casas con sus familias”.

“ETA no tiene ni presente, ni futuro”

El lehendakari, Íñigo Urkullu, que ha cerrado el acto, ha pronunciado la palabra “gracias” hasta en seis ocasiones. En euskera y en castellano. “Gracias porque en los años de plomo”, ha recordado, “seguisteis en vuestros puesto de trabajo, al frente de las empresas”. Y ha realizado un “reconocimiento sincero, sencillo y afectuoso de la sociedad vasca y de sus instituciones”. “La sociedad vasca conoce y reconoce el sufrimiento injusto padecido”, ha querido enfatizar, al tiempo que ha subrayado que no hay justificación alguna al terrorismo de ETA, que fue “radicalmente injusto”, por arrinconar desde la violencia los derechos humanos, la dignidad de las personas y la vida.

El presidente vasco ha vuelto a exigir a ETA su disolución “unilateral, definitiva y efectiva”, su “desaparición de verdad y de una vez por todas”, justo en el momento en el que se ha conocido que la dirección etarra y sus cerca de 330 presos aplazan el final del debate interno sobre su “desmovilización definitiva” hasta la primavera de 2018. La intervención del lehendakari ha dejado claro que para él y para la sociedad vasca, la organización desarmada es pasado definitivamente. “ETA se ha acabado, no tiene ni presente ni futuro”, ha señalado justo el día del aniversario de su decisión de abandonar la violencia.

Los empresarios han hecho extensivo su homenaje a todas las víctimas del terrorismo etarra y han querido lanzar también un mensaje de futuro, poniendo un broche de confianza en lo que viene tras la desaparición de ETA. Pero con memoria. “Tenemos la oportunidad de consolidar una sociedad cohesionada y en paz. Y esta sociedad, la debemos sustentar también desde nuestra verdad, desde el relato de lo vivido que acabamos de presenciar, el recuerdo de quienes nos faltan y la aportación de quienes sufrieron y aguantaron , y los que lamentablemente se tuvieron que marchar”, ha remarcado Larrañaga.

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