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EITB, una patata caliente para el futuro lehendakari

Los trabajadores de Radio Euskadi llevaron su protesta por el ERE a las puertas del Parlamento vasco.

Aitor Guenaga

La directora general de EITB, Maite Iturbe, presentó este martes la mejor de sus sonrisas al candidato a lehendakari, el peneuvista en el primer debate celebrado en el canal en euskera de grupo de comunicación público vasco. Ambos desconocían que ese choque entre los cinco candidatos o representantes de partidos -un producto televisivo acartonado y falto de 'punch' en buena parte de las dos horas que duró, según coinciden prácticamente todos los expertos en televisión- se iba a convertir en el debate más visto en euskera en los últimos 15 años.

Una audiencia del 5,6% -cuando la media de la cadena está en dos puntos e incluso por debajo, aunque ayer fue del 1,7%- y en la franja de edad de entre 25 y 44 años, el share subía hasta el 11,8%. Todo un espejismo. Y a la vez una muestra del interés por la política en Euskadi -pese al hastío electoral por el bloque político en España-, algo que también se pone de manifiesto en los informativos, auténtica punta de lanza en positivo (el día del debate los informativos sumaban el 45% del share total) de unas audiencias que han tocado fondo con mínimos históricos en los últimos meses. Y ya venía de un año horribilis, 2015, cuando cosechó su peor audiencia. ETB 1, el canal en euskera, promedió un 1,9% de audiencia y el de castellano ETB 2 un 8%.

La media de audiencia de 2016 es del 2% en el canal de euskera ETB 1, lo que supone 6.000 espectadores en una comunidad con 2,1 millones de personas, con un salvavidas que tiene nombre y apellido: las retransmisiones deportivas.

En ETB 2, el canal en castellano, se arrastra una media anual de 7,3% y 22.000 espectadores de media, “un 33% menos que en 2012”, según destaca en un artículo de opinión el periodista y experto en el mundo televisivo José Gordejuela. “En estos momentos, ETB 2, que a principios de siglo lideraba el panorama televisivo vasco (18,5% en 2002 y 18,4% en 2005) es la quinta cadena preferida en Euskadi, por detrás de La 1, Antena 3, Telecinco y La Sexta”, subraya Gordejuela, que ha sido especialmente crítico con la gestión de los actuales responsables del ente público mediático.

Los datos están ahí, pero sería injusto no recordar que desde 2010, con la aparición de la TDT, el mundo televisivo no es que hay cambiado, es que ha mutado completamente, y los consumos de productos ya no se circunscriben a las emisiones de la 'caja tonta', sobre todo en las franjas de edad más bajas. “Hemos tenido que gestionar mejor con menos recursos”, decía la propia Iturbe a finales de 2015, en una de las múltiples comparecencias que ha tenido a lo largo de la legislatura. Un periodo difícil para la directora general, que pasará a la historia por haber puesto de acuerdo a toda la oposición para exigir, en febrero de 2015, su cese por su “mala gestión” y por el ERE en Eusko Irratia. Un expediente que ha supuesto una pérdida de empleo considerable, el “20% de la plantilla de las tres emisoras públicas”, aunque algunos periodistas han sido posteriormente recolocados en el ente. La plantilla se sitúa en unos 1.000 trabajadores, más de 600 en ETB. (En 2011 eran 1.034, mientras que en T5 sumaban 1.104 y en Antena 3, un total de 1.942).

El ERE no solo ha dejado tocado al ente, pese a que Maite Iturbe ha ganado hasta ahora en los tribunales todas las batallas judiciales que se han producido al calor del ERE. La última de ellas en el mes de julio, justo cuando eran despedidos los últimos afectados por el expediente de regulación. Ha dejado un poso de desafección que va a costar reconducir. No en vano, una veintena de trabajadores solicitó en verano de 2015 por carta una reunión al lehendakari para hablar sobre la situación que se arrastraba en las emisoras desde que estallara oficialmente el ERE. Una situación que fue calificada de “grave” por los impulsores de la iniciativa. Urkullu nunca les recibió (no así la consejera, que sí se reunió con ellos).

¿Qué medidas se han adoptado desde Lehendakaritza o el Departamento de Cultura, que dirige la consejera Cristina Uriarte, para hacer frente a esa debacle en términos de audiencias y destrucción de empleo público? La situación “no ha sido pacífica internamente”, según admiten fuentes gubernamentales, pero tanto el lehendakari como la consejera han guardado las formas de puertas a fuera. Se ha gestionado con sordina la petición de dimisión, el ERE y la iniciativa del 'grupo de notables' de la radio pública que en el verano de 2015 dieron la voz de alarma ante la gravedad de los hechos.

En los estertores de la legislatura, el Ejecutivo de Urkullu recuperó el contrato programa y definió la financiación pública para los próximos cuatro años. El Consejo de Gobierno del Ejecutivo vasco aprobó el pasado mes de febrero el contrato programa de la radiotelevisión pública vasca EITB para el periodo 2016-2019, que incluye la inyección de un total de 473 millones de euros para los próximos cuatro años. El documento define el trabajo que hay que hacer en ese periodo como una “misión” de este servicio público. Sin duda lo es, ¿pero qué dirección tomará el ente público? ¿Habrá despidos masivos? ¿Vendrá un gestor “de fuera de la casa” para entrar como “elefante en cacharrería”? ¿Viejos conocidos jeltzales de la casa que ahora están en el cuartel de mando de Lehendakaritza volverán a EITB para coger el toro por los cuernos? En 2011, EITB era la cadena autonómica publica de “mayor coste público por ciudadano: 69,5 euros por ciudadano/años”, según un informe interno del Gobierno socialista.

Los partidos en liza en estas elecciones se presentan con diversas propuestas para el futuro de EITB. Un informe encargado por el anterior Ejecutivo, en manos socialistas, ya apuntaba en 2011 la posibilidad de que si persistía la situación de entonces se iba a producir una “demanda incremental de recursos públicos, a pesar de las condiciones ambientales adversas, para financiar las inversiones y el déficit de explotación creciente”. Como así ha sido. Y señalaba esta otra hipótesis: una “espiral en cuanto a la capacidad de generar audiencia en un escenario concurrente con otras ofertas audiovisuales”, vaticinaba, con acierto, la consultora que redactó el informe de 23 páginas.

Aquel diagnóstico -que durmió el sueño de los justos también en la anterior legislatura- apelaba también a la necesidad de ejecutar “con carácter inmediato” un “plan de mejora de la eficiencia operativa cuyo objetivo principal sea limitar a un máximo del 30% del presupuesto total de EITB los costes totales de personal”. Y se hablaba de un plan de prejubilizaciones para los trabajadores mayores de 55 años (entonces 140 personas en esa franja de edad).

El futuro de EITB no está escrito. Y los planes reales de los partidos con posibilidades reales de gobernar Euskadi siguen bajo cuatro llaves. Así como el equipo que los va a llevar adelante. Y, previsiblemente, será un caliz que pasará de la mano de la actual directora general a otra persona. Está previsto que Maite Iturbe, que ha ganado en los tribunales la batalla judicial por el ERE en Euskadi Irratia que ha supuesto una fuerte pérdida de empleo público, no continúe en el cargo. Y solo el nombramiento de su sucesor@, con una mayoría cualificada del Parlamento vasco, obligará a uno de los consensos de la legislatura. Los planes de futuro, también.

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