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El inglés aprueba; el Gobierno lo suspende

Eduardo Azumendi

Vitoria-Gasteiz —

El gran desafío del sistema educativo en Euskadi pasa por que el uso del inglés como lengua vehicular para impartir algunas asignaturas se generalice en los colegios. Sin embargo, el Departamento de Educación, dirigido por Cristina Uriarte, cree que aún no ha llegado el momento de que se produzca ese salto. Uriarte ha rechazado la generalización de un modelo trilingüe a todos los colegios, a pesar de que los resultados obtenidos en los centros que han desarrollado el proyecto de manera experimental son positivos, según ella misma ha reconocido en el Parlamento. El auge del inglés en el sistema educativo despierta un cierto recelo entre el mundo nacionalista, que sigue pensando que la enseñanza debe girar en torno al euskera.

El modelo trilingüe supone dedicar el 20% del horario a asignaturas impartidas en castellano, el 20% en inglés y el 20% en euskera. El 40% restante del tiempo lectivo se da en el idioma que prefiera cada centro en función de la importancia o la necesidad que tenga de reforzar cada uno. Los alumnos que han experimentado con el modelo (implantado la pasada legislatura con el Gobierno del PSE) han estudiado en inglés asignaturas como matemáticas o ciencias sin empeorar sus resultados. Además, han logrado mejorar en el aprendizaje del inglés más que los grupos que no están introducidos en este proyecto y siguen dando el inglés como una asignatura más. Para Uriarte, la valoración es “positiva” pero presenta algunos “claroscuros”. “El marco de educación trilingüe podría formar parte de la solución, pero no es la solución”.

Tanto el PNV como EH Bildu han apoyado esta opinión. Mientras, el PNV ha tachado de “irresponsabilidad” su generalización, desde EH Bildu se ha censurado que se trata de un “proyecto político” que tiene como “único objetivo” el avance del inglés en detrimento del euskera.

Brecha social

La exconsejera de Educación y portavoz de Educación del PSE, Isabel Celaá, ha reprochado con dureza estas pegas y ha advertido de que si el Gobierno no lidera un proyecto para todo el sistema educativo, habrá centros que pongan en marcha por su cuenta iniciativas trilingües mientras que otros no se sumarán. “No puede haber brechas lingüísticas, porque generan brechas sociales”. Según Celaá, los estudiantes que no dominen el inglés tendrán menos oportunidades en un mercado global como el actual. La clave pasa por invertir recursos en formar al profesorado en inglés siguiendo el modelo que se desarrolló para su euskaldunización.

En la actualidad, si los escolares terminan la etapa de enseñanza obligatoria con un nivel aceptable de inglés se debe en gran medida al esfuerzo que realizan los padres para pagarles clases particulares en academias o con profesores especializados. La marcha hacia un trilingüismo real se inició en 1996, con el programa de introducción temprana del inglés en la etapa Infantil. Desde entonces ha llovido mucho, pero el cuello de botella que impide la progresión sigue siendo el mismo: faltan profesores con conocimientos suficientes de dicho idioma como para impartir las asignaturas en ella. Acabar con este cuello de botella, ¿de qué depende? ¿Es cuestión de voluntad política o de falta de recursos?

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