La interinidad y movilidad del profesorado desestabiliza a los colegios
Uno de los valores más preciados por los directores de los colegios es la estabilidad de su plantilla docente. La continuidad del profesorado les permite plantear proyectos educativos a largo plazo con los alumnos. Sin embargo, la interinidad en la red pública vasca roza el 20%, una cifra “sonrojante”, según los sindicatos y muy lejos de los acuerdos firmados en su momento para la reducción de este colectivo al 8%. Un profesor interino solo sabe donde dará clase durante un curso. Al siguiente vuelve a entrar en la ruleta de adjudicación de vacantes y su destino puede ser completamente diferente. En esas condiciones, los docentes cumplen con su trabajo, pero un colegio necesita un horizonte más amplio que el del día a día, advierten las asociaciones de padres y madres de la escuela pública vasca“.
Los resultados provisionales de adjudicación de plazas vacantes en el curso 2014-2015 cubiertas por interinos se eleva a 4.481. A eso hay que añadir alrededor de 700 funcionarios que han cambiado de plaza antes de que se produjeran las adjudicaciones de las vacantes. “La provisionalidad no ha dejado de crecer en los últimos años”, recalca Pablo García de Vicuña, responsable de la Federación de Enseñanza de Comisiones Obreras de Euskadi. “Los colegios más alejados de las ciudades importantes son los que sufren en mayor medida la inestabilidad”, asegura.
Provisionalidad es precisamente lo que persigue a Andrés M., de 46 años. Los cinco últimos cursos ha peregrinado de centro en centro. “Resulta muy complicado implicarse a fondo porque eres consciente de que no vas a poder seguir un proyecto a medio plazo. Te comportas de manera profesional, pero te queda una sensación de vacío”.
Aumento de las jubilaciones
Según García de Vicuña, la actual situación de interinidad es consecuencia directa “del temor del Departamento de Educación a pleitear con el gobierno de Rajoy en defensa de sus propios criterios, ni realizar convocatorias de empleo desde 2011”. Según datos del propio departamento, al final de este curso se habrán producido cerca de 1.500 jubilaciones de profesores y el número no dejará de crecer hasta superar los 2.600 en el año 2016.
“Las buenas intenciones y declaraciones de miembros del Gobierno vasco”, recalca el responsable de Comisiones Obreras, “necesitan ser corroboradas con hechos. Hay que dejarse de ambigüedades y de disculpas administrativas y encarar la regulación definitiva del empleo público con una convocatoria que garantice número suficiente de plazas en todas las etapas educativas”.
