Has elegido la edición de . Verás las noticias de esta portada en el módulo de ediciones locales de la home de elDiario.es.

El juzgado decreta el despido de los 100 trabajadores de Troquenor

Trabajadores de Troquenor se manifiestan en la empresa solicitando su continuidad./ EDN.

Alberto Uriona

Bilbao —

Otra fábrica más en Euskadi que recibe la estocada definitiva. El centenar de trabajadores de Troquenor, en Derio, han sido despedidos y están ya en un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) de extinción, tras la decisión del juzgado que desde hace casi tres años tramita el proceso concursal, según confirmaron fuentes de los empleados. Se trunca así también la última esperanza que tenían para la factoría, dedicada a fabricar troqueles para el sector de la automoción: la firma con Gestamp (uno de los líderes mundiales del sector de la automoción con una plantilla de 28.500 personas, y que en Euskadi tiene varias plantas productivas) un acuerdo que garantice carga de trabajo durante cinco años. Esta gestión la llevó a cabo este verano un abogado bilbaíno y la solución pasaba por que el centenar de empleados de trabajadores crease una cooperativa o una sociedad anónima laboral para la gestión de la fábrica.

“No hay nada que hacer”, comenta uno de los empleados, resignado a “buscar otro trabajo”. Troquenor tiene 26 años de vida y buenos resultados hasta 2007, cuando le azotó la crisis de la troquelería en Euskadi. Desde entonces, los problemas se han sucedido con rebajas salariales para la plantilla, EREs temporales durante 2008 y 2009 hasta que en 2010 se entró en el temido proceso concursal. Los trabajadores acusan a los empresarios, la familia Jiménez Bretón, de descapitalizar la empresa, mientras que los patrones han denunciado la inflexibilidad del comité de empresa para buscar soluciones. Desde diciembre la actividad está parada y los trabajadores dejaron de cobrar las nóminas en febrero. Durante los siguientes tres meses percibieron parte de su sueldo a través del Fogasa, el fondo estatal para los trabajadores de empresas en liquidación.

Los empleados han protagonizado tres meses de protestas: primero estuvieron encerrados seis semanas en el interior de la fábrica, hasta que el pasado 18 de junio fueron desalojados por la Ertzaintza y desde entonces hasta finales de julio han protagonizado una acampada diaria en el exterior de la fábrica.

Con el despido decretado por el juzgado, percibirán dinero del Fogasa, podrán apuntarse al desempleo y las nóminas atrasadas dependerán de la liquidación de la fábrica. Si se vende la maquinaria, podrán recuperar el dinero pero, si no hay comprador y va a la chatarra, apenas recibirán compensaciones. No son los únicos acreedores: la empresa tiene una deuda de 17 millones de euros, de los que siete son con el Gobierno vasco, 6,9 con la Seguridad Social y tres más con la Hacienda de Bizkaia.

Etiquetas
stats