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Urkullu cree un “error” que se usara Kutxabank para dar una salida laboral a Cabieces

Urkullu entra en el pleno delante de su consejero de Empleo, Ángel Toña.

Aitor Guenaga

El lehendakari no se ha salido del guión dibujado por su partido en el 'caso Kutxabank': ni él sabía nada ni intervino en la salida laboral que se le dio al exdelegado socialista del Gobierno Mikel Cabices vía el banco vasco que entonces presidía Mario Fernández, ni tampoco le parece bien la fórmula utilizada para asegurarle un salario mensual de 5.783 euros (más IVA).

El presidente vasco, de hecho, ha tildado de “error” la fórmula empleada: usar una entidad privada -que pactó un acuerdo con el bufete de abogados de Rafa Alcorta que incluía la contratación de los servicios de Cabieces- para dar salida laboral al exdelegado del Gobierno en virtud de unas “normas no escritas”. Ese concepto, precisamente, ha planeado en el debate que ha tenido lugar en la Cámara esta mañana propiciada por las iniciativas del EH Bildu, UPyD y el PP. Cada uno, con argumentos a veces diferentes, aunque todos coincidiendo en denunciar esas normas no escritas que supuestamente habrían pactado el PNV, PSE y el PP. Algo que han negado estos partidos.

Urkullu acusó a EH Bildu de mezclar el 'caso Kutxabank' con sus críticas al “proceso de privatización” que viene denunciando desde hace meses la coalición soberanista. Al portavoz de UPyD, Gorka Maneiro, le aseguró que él desconocía completamente el acuerdo sobre Cabieces. Maneiro mostró su extrañeza, dado que “el PNV lo sabe todo. ¿Nadie sabía nada, nadie se responsabiliza de nada?, preguntó.

Extrañezas y certezas

“Convierta sus extrañezas en certezas”, le respondió Urkullu en el segundo turno de palabra. Pero Maneiro ha vuelto a la carga para asegurar que lo que ha pasado en este caso -que ahora investiga la jueza Ana Isabel Álvarez, titular del Juzgado de Instrucción número 4 de Bilbao- es una muestra más de la “política de enchufismo y amiguismo de toda la vida”, de “las puertas giratorias de toda la vida”.

El PP, por boca de su portavoz económico, Antón Damborenea, también ha denunciado esas “normas no escritas” que lo que han llevado, según los populares, es a “incumplir las normas escritas”. El PP ha exigido al lehendakari que promueva “cierto control público” del banco vasco en la Ley de Cajas que todavía no ha remitido a la Cámara. Y Urkullu le ha afeado su “incoherencia” por pedir algo en Euskadi que su partido en el Gobierno central no hizo cuando aprobó la Ley de Cajas.

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