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Urkullu se aleja de Catalunya y reclama un Estado confederal

El lehendakari Urkullu y su socia en el Gobierno, la socialista Idoia Mendia.

Aitor Guenaga

El lehendakari, Íñigo Urkullu, sigue su guión para lograr un nuevo estatus para Euskadi: la “vía vasca” que permita una consulta legal y pactada en el País Vasco con el “horizonte de un Estado confederal” que reconozca la “nación vasca” dentro de la plurinacionalidad de España. Urkullu mira de reojo a Catalunya para lanzar un discurso crítico con la actuación del Gobierno que preside Mariano Rajoy y reclamarle que abandone la vía de la “intimidación” y la “vía penal” para resolver la grave crisis que se vive en la comunidad catalana. Pero sigue pensando que la vía unilateral desarrollada por el president Carles Puigdemont y los partidos independentistas no es aplicable a la sociedad vasca y su nuevo estatus.

Así lo ha dejado por sentado en su intervención de la mañana en el debate de política general, en la que también ha aprovechado para exigir, 37 años después, el cumplimiento íntegro del Estatuto de Gernika y las 37 competencias pendientes de ser transferidas. Este mismo viernes, en ese ejercicio de la “bilateralidad” que defiende para Euskadi en su relación con España, el Gobierno vasco va a trasladar un documento a la vicepresidenta del Ejecutivo español, Soraya Sáenz de Santamaria, con el debe del Estado en relación al autogobierno vasco: esas 37 competencias pendientes. Urkullu quiere seguir negociando con Rajoy, pese a lo que está pasando en Catalunya.

La grave crisis que vive Catalunya ha sobrevolado todo el debate en la Cámara vasca, que arrancaba a las 9:30. Pero Urkullu no ha roto su guión en la hora y veinte que ha durado su intervención inicial. Es verdad que ha iniciado su discurso con una apelación al diálogo para solucionar la crisis en Catalunya y con una reclamación concreta al presidente Mariano Rajoy: que abandone la “vía de la imposición” y la vía penal“ porque no es la solución. Y que ha advertido de la necesidad de ”evitar cualquier forma de fractura social“ institucional o territorial en relación con el referéndum ilegal del 1-O. Pero el resto del discurso ha sido para dar cuenta de las acciones de su gobierno de coalición con los socialistas vascos, marcar nuevos objetivos y fijar el tablero para la discusión sobre el futuro autogobierno vasco y el nuevo estatus para Euskadi. Al igual que su socio de Gobierno, el PSE-EE. Su líder, Idoia Mendia, ha asegurado al inicio de su intervención: ”Que sepan que un Gobierno donde estemos los socialistas no les va a llevar al abismo. No lo vamos a hacer. Allá donde estemos los socialistas no se van a tomar decisiones ilegales“, se ha comprometido Mendia.

Es verdad que tanto Elkarrekin Podemos, que defiende el derecho a decidir y que este sábado va a presentar su propuesta para el futuro autogobierno vasco, como los independentistas de EH Bildu, que apoyan la vía catalana también para Euskadi, le han afeado a Urkullu sus acuerdos con el Rajoy. Con el presidente que manda a la Guardia Civil a impedir el referéndum del 1-O y con quien genera “terror” en Catalunya, en palabras de la portavoz independentista, Maddalen Iriarte. “En Madrid le aplauden a rabiar, para el Partido Popular es usted un ejemplo”, le ha espetado Iriarte, con el asentimiento desde la balconada de invitados del propio Arnaldo Otegi.

Catalunya, “callejón sin salida”

En el turno de respuesta, el lehendakari ha reconocido que Catalunya está en un “callejón sin salida” y en tono grave ha señalado que “todo se está yendo de las manos”. Por eso ha defendido, por enésima vez, el diálogo y la necesidad de dar soluciones políticas a las naciones sin Estado y las aspiraciones de sus pueblos, mirando a los ejemplos de Escocia y Quebec.

Los populares vascos le ha indicado a Urkullu el camino que no debe recorrer. El líder del PP vasco, Alfonso Alonso, ha centrado más de la mitad de su intervención en hablar de Cataluña y del futuro del autogobierno vasco. Y ha advertido al PNV, a quien ha apoyado los presupuestos de 2017 en Euskadi, de que si imita el modelo catalán su formación podría pagar un alto precio, como le ha ocurrido a las ya desaparecidas CiU y CDC. “Creo que es momento de poner orden, de no agitar de forma irresponsable las aguas en el País Vasco. No vaya a ser, y tomen buena nota, que su partido sufra la misma factura del vigor independentista que la antigua Convergència”, ha avisado Alonso, quien se ha mostrado dispuesto a pactar con Urkullu.

El lehendakari ha zanjado el debate sobre el autogobierno repitiendo la frase que ha empleado en su intervenciòn inicial: “la salida del laberinto político territorial se encuentra en el horizonte del Estado confederal”. Y ha apostillado: “desde la libre adhesión”. Antes, la oposición de izquierdas Elkarrekin Podemos y EH Bildu han censurado la visión optimista de Urkullu sobre la economía vasca cuando el tejido industrial sangra por la herida (CEL, la Naval, Fagor, etc) y le han reprochado la precariedad existente en el mercado laboral. El lehendakari se ha distanciado de las críticas de “neoliberalismo” y ha renegado del “populismo intervencionista”, al tiempo que revelaba las advertencias que le han llegado de la Comisión europea ante posibles ayudas de Estado a empresas en concurso de acreedores.

Los Presupuestos del Estado de 2018 no son prioritarios

A partir de ahora, tanto el lehendakari como el líder del PNV, Andoni Ortuzar, presente en la sesión de este jueves en el Parlamento vasco, están a la espera de nuevos acontecimientos en Catalunya. Ortuzar,que el pasado sábado se entrevistó con Puigdemont, no cree que haya margen de negociación antes del 1-0. Y ambos consideran que la situación es dramática. Los peneuvistas creen que en este contexto de alto voltaje político “la negociación de los Presupuestos Generales del Estado no está en las prioridades ni del Gobierno del PP, ni en las nuestras”, según señalan fuentes cercanas a Ortuzar.

En la tribuna, el portavoz del PNV ha precisado los términos de un acuerdo que, pese a todo, sigue incomodando a los peneuvistas en este contexto de crisis catalana. “Tenemos un solo acuerdo con el PP, el de los Presupuestos de 2017, todavía por cumplir”, les ha contestado a Podemos y EH Bildu Joseba Egibar, un soberanista convencido, Joseba Egibar, que ve posible “acordar con España” y, a la vez, reclamar “estructuras de Estado para autogobernarnos”. “Llegará el día en el que no habrá representación del PNV ni en el Congreso, ni en el Senado. Estarán en el Parlamento nacional vasco y con representación en Europa”, zanjó, en respuesta a Podemos, que le ha recriminado su apoyo a Rajoy en Madrid.

Uno de los grandes ausentes del debate, ahora que el 20 de octubre se cumplen seis años del final de la violencia terrorista de ETA, ha sido precisamente la ya organización desarmada. Aunque tanto socialistas como peneuvistas han animado al PP a que se sume a la ponencia de memoria y convivencia, un foro parlamentario donde, además del ciclo del cierre ordenado de la violencia de manera definitiva, también se debatirá la situación de los presos etarras y un posible cambio de la política penitenciaria. Algo que está en manos de Mariano Rajoy y que se puede acelerar con el anuncio de que ETA puede avanzar hacia su desaparición total a principios de 2018. Aunque lo llamen “desmovilización”.

A las 19:19, la presidenta del Parlamento vasco, la peneuvista Bakartxo Tejeria, dio por terminado el debate de política general, el primero de la legislatura del gobierno de coalición PNV-PSE-EE.

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