Los vecinos de la zona de Bolu en Bergara esperan “un poco asustados” y “desubicados” a que los técnicos determinen si pueden regresar a sus viviendas, de las que 21 familias han sido desalojadas por un desprendimiento de tierra. “Si siguiera lloviendo, la ladera puede venir más abajo”, han advertido.

El suceso se produjo este pasado lunes debido a un desprendimiento de tierras y piedras motivado por las intensas lluvias de los últimos días. En la ladera desprendida se produjo un surco por el que comenzó a correr el agua y que se dirige directamente a las viviendas.

Un total de 21 familias de la localidad residentes entre los números 55 al 63 de la calle Bolu tuvieron que abandonar sus casas y trasladarse al domicilio de familiares o a hoteles y alojamientos facilitados por el Ayuntamiento.

Técnicos y geólogos del Consistorio de la localidad guipuzcoana están evaluando la situación creada en el barrio de Bolu, y determinar si parte de los vecinos desalojados pueden regresar a sus viviendas.

Según han explicado fuentes municipales, la situación ha permanecido “estable” durante toda la noche, sin que haya habido “más movimientos”, lo que es “una buena noticia”, si bien será preciso evaluar la parte alta.

Los vecinos de la zona, mientras tanto, se encuentran a la espera de que se les comunique en las próximas horas si pueden regresar a sus viviendas, según ha indicado, “un poco asustados” y también “desubicados”.

Aunque los residentes en las viviendas más alejadas de la zona afectada han sido desalojados únicamente “por seguridad”, temen que, “si siguiera lloviendo, la ladera puede venir más abajo”, según ha indicado una de las vecinas afectadas.