Una retrospectiva indaga “qué fue y qué peso tuvo” el Equipo Crónica

El Museo de Bellas Artes de Bilbao expone desde hoy hasta mayo la primera muestra retrospectiva completa del Equipo Crónica, integrado por los artistas valencianos Rafael Solbes, Manuel Valdés y Joan Antoni Toledo, que abarca todas sus etapas creativas desde sus inicios en 1964 hasta su final en 1981.

En esta ocasión, se trata de reflexionar sobre “qué fue y qué peso tuvo” este grupo artístico en el arte español de la segunda mitad del siglo XX, después de que en 1989 se organizara otra retrospectiva, más reducida, en el IVAM de Valencia y el Centro de Arte Reina Sofía, que cosechó una reacción “hostil y de rechazo”.

Tomás Llorens, comisario de la exposición de la capital vizcaína junto a su hijo Boye, ha explicado hoy en conferencia de prensa que la anterior retrospectiva fue “mal recibida”, quizás porque era “prematura y se vinculaba a un momento histórico que todos querían olvidar”, como era el último decenio del régimen franquista y el inicio de la transición a la democracia.

“Ahora se puede presentar una revisión más a fondo de cómo sus cuadros hablan de una época en la que España, bajo Franco, vivió violencia y miseria, y de la originalidad de su planteamiento con la inclusión de imágenes de Goya o Picasso en sus obras. Fueron el equivalente de la pintura pop del momento, pero sin referencia exterior: no se parecen a ninguno”, ha argumentado.

La exposición recoge un total de 146 obras entre pinturas, esculturas, grabados, carteles y documentación original tanto del Equipo Crónica como de la Estampa Popular de Valencia, otro movimiento en el que participaron con anterioridad.

En las diferentes piezas se puede apreciar el trabajo anónimo y de grupo, el uso de tintas planas, la articulación de trabajos en series, la evocación de imágenes procedentes de los medios de comunicación y la “apropiación crítica” de referencias a la historia y al arte, todo ello vinculado a la realidad sociopolítica del momento.

Como ejemplo, una de las series, titulada “La recuperación” (1967-1969), responde, en concreto, a una campaña del Ministerio de Información y Turismo, por aquel entonces con Manuel Fraga al frente, para atraer al turismo internacional.

Las obras consisten en la contraposición “satírica” de imágenes de la pintura española de los siglos XVII y XVIII -Greco, Velázquez y Goya, entre otros- con imágenes de los medios de comunicación.

Esta idea también se exhibe en otra serie sobre un intento de vuelta a España del cuadro “Guernica” de Pablo Picasso, depositado en el MOMA de Nueva York o sobre el Proceso de Burgos y los últimos fusilamientos de la dictadura de Franco.

El recorrido expositivo está dividido en diferentes espacios y comienza con la fase de Estampa Popular de Valencia y los inicios de Equipo Crónica, que Joan Antoni Toledo abandonó a los pocos meses de su creación.

Se exhiben después las primeras series (1967-1971), que incluyen las ya citadas “La recuperación” y “Guernica 69”, y la serie “Policía y cultura” (1971), con telas de grandes dimensiones que incluyen a policías que amenazan o agreden.

La “Serie negra” (1972) tiene como referencia la violencia y las escenas de acción de la novela policíaca y el cine negro norteamericano, y en “Retratos, bodegones y paisajes” (1972-1973) vuelven a pintar “cuadros de cuadros” de la pintura española con nuevos efectos técnicos.

Las series incluidas en “A vueltas con la pintura” (1973-1975) así como “Encuentros de Pamplona. El cartel. El paredón, La trama” (1972-1977) y “La partida de billar” (1977) incluyen reflexiones sobre el papel del arte y los artistas; trípticos sobre la biografía de Franco o escenas de antiguos salones de billar valencianos.

La exposición incluye también las últimas series, entre 1977 y 1981, con la actividad de los últimos cuatro años de Equipo Crónica, en los que indagaron de nuevo en la idiosincrasia de la pintura y también en crónicas de la Transición.