Una ría de teatro
La ría de Bilbao es seña de la historia industrial de la margen izquierda del cauce fluvial y su posterior transformación urbana y social. Un desarrollo de fábricas, hierro, minerales y exportaciones que guarda muchas curiosidades, que hoy vuelven a ser recordadas gracias a unas visitas teatralizadas en barco que parten cada sábado, durante este mes de julio y septiembre, desde la dársena de Portu en Barakaldo. Un recorrido que desentraña la historia de la desembocadura de los ríos Nervión e Ibaizabal a su paso por el Gran Bilbao, a través de una experiencia cultural que incorpora un teatro interactivo en el que los visitantes participan constantemente.
Desde el aspecto original de la ría hasta su estética actual, las guías Aloña Intxaurrandieta e Iratxe Gandarias junto a la compañía de teatro El Pulmón de Gaia se esfuerzan por mostrar en las visitas varias anécdotas ligadas al desarrollo de la ría, que sin duda marcó la evolución industrial de la comarca durante los siglos XIX y XX. Gabriel Reig, director y actor de la compañía, toma parte en la representación previa a las rutas en barco. “Hasta ahora hemos representado a dos personajes ficticios que han creado un concurso de ficción que se llama ‘Una visita, un acierto’. De esta forma, a través de preguntas curiosas logramos que la gente tome parte en la representación”, cuenta Reig sobre una obra “instructiva” de 25 minutos que gira en torno a temas históricos y curiosidades circunscritas a la ría.
Son ya tres años los que el programa Ezagutu del Ayuntamiento de Barakaldo lleva organizando estas visitas, que este año cuentan con la subvención de la Fundación Puerto y Ría de Bilbao. Por ello, los organizadores piensan que ya es hora de “darle una vuelta” a la obra y, a partir de septiembre, los concursos dejarán paso al teatro histórico representado en la figura de Evaristo de Churruca y su intención de cambiar la ría. Así, las guías desarrollan el cambio del cauce del afluente y su industrialización, empezando desde la minería que constituye la primera base de su reconversión. “Explicamos un poco la forma en la que se explotaba antiguamente el mineral de hierro y cómo van cambiando las circunstancias llegando a convertirse en un mineral muy interesante sobre todo para Inglaterra. Eso hace que las leyes que hasta entonces estaban en vigor se vayan modificando para poder llevar a cabo una explotación masiva de ese mineral”, explica Intxaurrandieta sobre el inicio de la visita en barco.
Una historia de dos márgenes
Con los años, el paisaje de la ría se fue transformando para dar respuesta a las nuevas necesidades. Entre las intervenciones más destacables, se encuentran los ferrocarriles mineros y las estructuras que ellos necesitaban. “Hablamos de las obras que permitieron la entrada de barcos más grandes y la canalización de la ría, el muelle de hierro, el puerto exterior o el Puente Colgante”, resume. De esta forma, inciden en la historia de los dos márgenes que delimitan la ría y sus peculiaridades. Una perspectiva que muestra las evidentes diferencias sociales que trajo consigo la industrialización del Gran Bilbao. “A pesar de que Portugalete fuera el municipio escogido por la primera burguesía para asentarse, como muestran las más antiguas viviendas del siglo XIX”, recuerda la guía sobre unas visitas en las que también se adentran en el desarrollo de las empresas siderúrgicas locales como Altos Hornos y La Naval como representantes de los distintos astilleros, “otro sector de gran importancia en nuestro crecimiento”, indica.
Para apuntarse se debe contactar con el servicio de atención al ciudadano del Ayuntamiento de Barakaldo. El precio de la ruta en barco es de 2 euros, con descuentos para menores, estudiantes y jubilados. El itinerario tiene una duración de dos horas y permite la asistencia de 50 personas que son trasladadas desde la dársena de Portu, en frente del embarcadero de Erandio, en gasolino hasta el ‘Tximbito’, el barco en el que se procede a la navegación histórica de una ría que trajo consigo la evolución de la comarca y que “merece ser recordada”, dice Intxaurrandieta.
