La Asociación de Familiares de Fusilados exige al Gobierno foral que se “replantee” la entrega de la Medalla de Oro

La Asociación de Familiares de Fusilados de Navarra (AFFNA36) ha exigido que el Gobierno de Navarra “se replantee la entrega de la Medalla de Oro” a Félix Huarte y Miguel Javier Urmeneta, a los que el Ejecutivo reconoce por el impulso de la industrialización en Navarra en 1964.

La asociación ha señalado en un comunicado que el hecho de que “Urmeneta y Huarte fueran empresarios de éxito no les convierte en ciudadanos ejemplares” y ha indicado que si el Gobierno no rectificara, “sería tanto como ”poner en valor el colaboracionismo con una dictadura atroz que en Navarra asesinó a miles de personas y que condenó al exilio a varios centenares“.

AFFNA36 ha anunciado que pedirá explicaciones al consejero de Presidencia, Justicia e Interior del Gobierno foral, Javier Morrás, en la próxima Comisión de Coordinación de la Memoria Histórica.

La asociación ha destacado que “hay que tener en cuenta que estos galardones nacieron conectados directamente al franquismo, al ser el dictador Franco el primer galardonado en 1974, mención que no ha sido revisada por lo que incumpliría el artículo 12 de la recientemente aprobada ley foral de memoria histórica”.

Ha rechazado acto seguido que “en 2014 se conceda la medalla de oro a quienes tuvieron una relación muy estrecha con los golpistas y la dictadura, a personas que fueron parte activa como requeté, que dieron donativos muy importantes para Falange, que fueron voluntarios de la división azul, que construyeron el aeródromo de Ablitas durante la guerra civil con presos republicanos, que contribuyeron a construir el Valle de los Caídos”.

A su juicio, esto “no debería estar dentro de la lógica de un premio, como la Medalla de Oro de Navarra, que precisamente debería destacar por el fomento de los valores democráticos”.

Así, la asociación ha planteado que, “ya que premiamos a quienes en Navarra hicieron cosas por el bien común, por qué no hacerlo hacia las miles de personas que se jugaron el tipo a favor de la democracia mientras otras celebraban sus relaciones preferentes con un dictador”.

Ha añadido igualmente “por qué no premiar a las miles de mujeres que resistieron la humillación y el insulto mientras otros crecían y vivían a la sombra de la dictadura, en fin, ya que premiamos, por qué no hacerlo a las miles de personas que durante 40 años resistieron en la clandestinidad y con miedo para que la sociedad navarra hoy disfrute de las libertades que tenemos”.