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Cae un 30% la ocupación en campings durante los sanfermines

Tienda de campaña en la parcela de un camping.

Celia Bustamante

Pamplona —

En sanfermines, este año, ha habido menos visitantes que el año pasado, pero no tanto como el 30% que ha descendido la ocupación en los campings que más turistas acogen durante las fiestas. Principalmente ha disminuido el número de reservas de Australia y Nueva Zelanda, asiduos a la acampada para la fiesta, y uno de los motivos es el mundial de Brasil. Muchos turistas de las antípodas han preferido el país americano y el espectáculo futbolístico que la fiesta pamplonica. Y no se trata de un caso particular de este mundial, porque dicen desde los establecimientos de acampada, que cada cuatro años notan este descenso en turistas internacionales que se decantan por el deporte.

El otro enemigo de los campings en estas fiestas ha sido el mal tiempo, que no anima a pasar la noche bajo una tienda de campaña. Otros años, entre las reservas australianas y la acampada de españoles llenaban o rozaban el lleno, único momento del año de tanta ocupación en el camping Ezcaba, por ejemplo, el más cercano a la capital. Sin embargo, este año se han quedado entre el 60 y el 70% de ocupación, sin la esperanza de llenar tampoco en el mes de agosto, con un menor número de turistas en Pamplona y comarca.

El refugio que más anima a desembarcar en el camping con el mal tiempo es la auto caravana, que ha registrado un descenso de usuarios aún mayor. El principal motivo son las numerosas áreas que permiten estacionar y pernoctar en el vehículo dentro de la ciudad. El área de pernocta en auto caravanas más cercana a Pamplona se encuentra en Berriozar. Allí, durante los sanfermines, el precio que debe abonar el usuario por aparcar la auto caravana durante 24 horas es de 8 euros, inferior al del camping. Sin embargo, tal y como denuncian los establecimientos, no tienen que cumplir la normativa rígida que ellos sí están obligados a acatar.

Estos malos datos durante las fiestas ponen en serios aprietos a los campings que basaban parte de su actividad estival en los ingresos durante los sanfermines. Los establecimientos afrontan lo que queda de verano con incertidumbre, preguntándose si los ingresos permitirán mantener la plantilla con la que cuentan o si no será suficiente. Una situación inestable que solo puede reparar un buen mes de agosto en cuanto al número de visitantes en la ciudad.

Como el resto del sector hostelero, los campings afrontan un vacío legal que dificulta sus ingresos, en este caso, por la falta de legislación sobre las áreas urbanas de estacionamiento de auto caravanas, que están proliferando por la geografía navarra.

La principal crítica afecta a los gastos que supone a los campings mantener unos servicios, por obligación legal, que no afectan a las zonas de aparcamiento. Según los responsables de las zonas de acampada, ellos hacen frente a unos impuestos que no pagan estas áreas estacionamiento y además, están obligados a contar con personal de seguridad las 24 horas del día, algo que no ocurre en las áreas municipales. Por otro lado, el camping tiene que contar con un número mínimo de servicios por cada parcela de auto caravana disponible, otro requisito que no cumplen estas áreas de reciente creación. A todo lo anterior, los responsables de los campings añaden el trabajo que supone rellenar las fichas de viajeros que cada noche están obligados a entregar a la policía para registrar el movimiento de aquellas personas que están en busca y captura, movimientos que no quedan registrados en los casos en los que la auto caravana aparca en zonas sin estos servicios.

Nueva normativa

El problema principal reside en la falta de normativa para regular las zonas en las que pasan la noche estos vehículos, normativa que está siendo elaborada por el gobierno de Navarra. Desde los campings confían en que se publique pronto y frene la proliferación de las zonas de estacionamiento que en este momento están funcionando gracias a un vacío legal. Este problema se agrava durante los sanfermines, debido a los parkings privados que abren en el centro de la ciudad y también permiten estacionar a este tipo de vehículos sin ningún tipo de control o supervisión.

El nuevo reglamento recogerá los requisitos que todo espacio dedicado a aparcar auto caravanas tiene que cumplir, de manera que se igualarán las exigencias entre los campings y las zonas urbanas. Los hosteleros confían en que la necesidad de establecer estos servicios, que suponen un gasto de mantenimiento, lleven a estas zonas a cerrar, devolviendo a los clientes a su entorno tradicional: los campings navarros.

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