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“Ahora no deja de ser un lujo ir al cine, al teatro o a un concierto”

Niña Pastori forma parte del cartel de Flamenco on Fire.

Garikoitz Montañés

Pamplona —

El festival Flamenco on Fire arranca este 26 de agosto en Pamplona. El Ayuntamiento ya ha anunciado que para la primera actuación, la de Sara Baras, no hay entradas. Una señal de expectación para un evento que, sin duda, ha llamado la atención por el carácter de la música, por el momento en que se organiza y por el lugar. No parece Pamplona el lugar más habitual para escuchar flamenco. Quizá por ello una de las cabezas del cartel, la cantaora María Rosa García, Niña Pastori, subraya que afronta la cita con mucha ilusión. La artista (Cádiz, 1978), que actuará el 29 de agosto en la capital navarra, asegura que “es una alegría doble o triple. Primero, por compartir cartel con otros compañeros a los que quiero y respeto mucho. Segundo, por ser el norte y porque se trata de un homenaje a Sabicas. Y tercero, porque tengo sangre mía allí. Tengo dos sobrinos pamplonicas, así que estoy contenta por muchos lados”.

Un festival de flamenco en Pamplona a finales de agosto. No parece el lugar más típico para acoger una cita de este tipo.

La verdad es que a los flamencos siempre nos apetece ir al norte porque no solemos hacerlo mucho. Suele ser más habitual que actuemos en Madrid, Barcelona o Andalucía, pero en el norte también hay aficionados al flamenco.

¿El público del norte no es más frío?

Puede ser que en Andalucía el público sea más expresivo, pero eso tampoco quiere decir que aquí no les esté gustando la actuación.

¿Qué aporta Niña Pastori a un cartel en el que también figuran José Mercé o Estrella Morente? ¿Cuál es su marca?

Mi marca soy yo, por mi forma de cantar y de expresarme. Haremos un espectáculo más flamenco, titulado ‘Lo que quiere el alma’, sin batería ni teclados o bajos. Iremos con dos guitarras, Diego del Morao y Jesús Guerrero, que son de aquí de mi tierra, de San Fernando [Cádiz], dos chicas del coro y dos percusionistas. Es una formación diferente, y la estamos disfrutando mucho.

¿Es una vuelta a los orígenes?

Un poquito. A veces apetece volver. Esta es la música que más me gusta, que más me satisface.

Pero usted también ha defendido la fusión con otras músicas.

Por supuesto, me gusta la música en general. Me gusta hacer otras cosas. Recientemente hemos hecho un disco en común [‘Raíz’] Lila Downs, Soledad y yo, en el que cada una aporta su estilo y los mezclamos.

¿El flamenco debe evolucionar o mantener su esencia?

Pienso que debe evolucionar, pero para bien. Y creo que es lo que se está haciendo. Mucha gente está logrando cosas maravillosas con el flamenco, el cante, el baile, la guitarra… Y hay que probar e investigar. El flamenco brinda esa oportunidad, además.

Sacó su primer disco con 17 años. ¿Es ahora, con esta madurez, cuando puede permitirse experimentar en la música lo que quiera?

Los años te dan esa seguridad. Conoces mejor tu forma de cantar, te descubres a ti misma.

¿Se ve usted cada vez menos Niña?

Por supuesto, hijo. Por supuesto.

¿Habrá que cambiarse el nombre?

Ahora la Niña son mis niñas.

Usted habló de que ser madre marcó un antes y un después, también en su música.

Totalmente. Todo lo que uno vive, como persona, te influye en la música y en lo que uno hace.

En su caso, empezó muy joven a cantar. ¿Le gustaría verlas cantando?

Espero que sean felices, que elijan lo que ellas quieran. Pero me haría ilusión que estuvieran ‘preparaícas’, que estudiaran una carrera.

Usted a menudo ha alertado de la difícil situación que vive la música.

No es que esté mal la música, sino que está mal el país. Eso se nota. No deja de ser un lujo permitirse irse al cine, al teatro, a un concierto o a un festival. La prioridad de los hogares de nuestro país es comer y pagar los gastos esenciales y, después, si te queda dinerito, puedes disfrutar con un concierto por ejemplo.

¿Y cómo convence al público para permitirse ese lujo y que vaya a un concierto?

Al final uno se mantiene de los más fans. Antes, hace más de seis años, alguien podía permitirse esa curiosidad de ir a un concierto, pero hoy en día solo hacen el esfuerzo los más fieles.

¿Usted por quién pagaría una entrada?

Por mucha gente. Por muchos de los que están en este cartel conmigo.

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