Solana se 'olvida' de las polémicas y asegura que en Educación “todo se ha llevado a cabo con orden”
Como quien describe una balsa de aceite. Como si el departamento de Educación no hubiera sido el más polémico del Gobierno de Barkos. Como si, en lugar de llevar en el cargo desde el pasado mes de abril, María Solana hubiera sido la titular de la cartera desde el inicio de la legislatura y todo marchara sobre ruedas. “En esta legislatura todo se ha podido llevar a cabo con orden y sin dejar de atender ninguna de las cuestiones ordinarias del sistema educativo”, ha valorado dos años de gestión educativa. Un trabajo, ha dicho, “que está dando sus frutos”.
María Solana heredó en abril un departamento que, en manos de José Luis Mendoza, tenía ‘incendiada’ a la comunidad educativa por los errores cometidos en la primera convocatoria de plazas públicas de empleo aprobada en cinco años, la revisión del programa de enseñanza en inglés o la extensión del modelo de enseñanza en euskera a toda la comunidad, entre otras cuestiones. Desde abril, la consejera Solana se ha dedicado a apagar dichos ‘incendios’ sin emitir una sola crítica hacia su predecesor. Y en el momento de hacer balance de mitad de legislatura, ha seguido estrictamente el mismo modo de comportarse.
Solana ha subrayado que se han alcanzado “hitos” como “triplicar el presupuesto destinado a obra nueva en infraestructuras educativas en dos años”, pasando de 5,9 millones en 2015 a 17,1 millones en 2017. También ha recordado que “se ha ordenado el sistema de becas y ayudas para las familias que más lo necesitan”, pasando de una ayuda de 3,2 millones en el curso 2015-2016 a 4,3 millones en el 2016-2017, con casi 600 personas más beneficiadas desde 2016. Solana no ha citado que la reordenación de las becas afectó a alumnos de la Universidad de Navarra a quienes, en pleno curso, se les privó de ayudas de las que antes sí disfrutaban, y cuya situación obligó al Gobierno a modificar su iniciativa original.
También sin referirse a la polémica que ha desencadenado, la consejera ha destacado el “impulso a la diversidad lingüística partiendo del reconocimiento del derecho a educarse en las dos lenguas propias de Navarra”, refiriéndose así a la extensión del modelo D en la zona no vascófona de Navarra.
Acompañada por la directora general de Universidades y Recursos Educativos, Nekane Oroz, ha explicado el proceso de modernización que se está llevando a cabo en el departamento de Educación, que “ha permitido mejorar la contratación temporal de docentes, tanto para cubrir puestos por nuevas necesidades, como para sustituciones generadas a lo largo del curso escolar”. Solana ha obviado los retrasos en la puesta en marcha del sistema y la incertidumbre en la que han permanecido maestros y profesores que desconocían si podían ser contratados.
En cuanto al ciclo de cero a tres años, la consejera ha hablado del “esfuerzo” que ha supuesto la adecuación de las tarifas a los ingresos familiares. Se ha referido al “escaso presupuesto” con el que ha contado su departamento para aprobar una normativa, que también tuvo que modificar porque su planteamiento defectuoso perjudicaba a varios grupos de familias.
Entre los retos para los próximos dos años, la consejera de Educación ha planteado dos cuestiones que, en los años precedentes, no han obtenido ningún resultado. Así, se ha referido al compromiso del Gobierno de alcanzar con la UPNA un acuerdo de financiación plirianual, que sigue sin concretarse después de dos años de estudios y reuniones, pero sobre el que Solana confía que sea una realidad “en próximas fechas”. También ha revelado la consejera su deseo de que, para el próximo curso, pueda llegarse a un acuerdo con los sindicatos de los profesores de la enseñanza concertada, unos 3.000 en Navarra, a los que el departamento ha dejado de nuevo sin subida salarial.
