En ocasiones lo crucial se revela. Hace once meses, cuando la Dirección de EITB dio los primeros pasos del ERE en las radios públicas, el panorama se presentaba muy oscuro para el colectivo de 79 trabajadores afectados. Y es que los despidos estaban acordados entre un equipo directivo de la confianza del Presidente del EBB, Andoni Ortuzar, y muy destacados miembros de la izquierda abertzale, como Karmelo Landa o Unai Urruzuno.
Pero los periodistas sentenciados no se resignaron, a pesar de tener enfrente a pesos pesados de la política vasca, y han ofrecido una valiosa lección. Optaron por la lucha: organizarse y responder. Junto al resto de sus compañeros en Eusko Irratia mostraron que en el mundo del trabajo, si tocan a una, nos tocan a todas. Que la unidad y la solidaridad son clave para ganar.
Primero movilizaciones y el éxito de un paro de 24 horas apoyado por ELA, ESK-independientes y CCOO. Después, la histórica huelga de una semana convocada en solitario por ESK-independientes que, contra todo pronóstico, ha resquebrajado la estrategia para EITB de dos grandes poderes en nuestro país, el PNV y EH Bildu. Que unos trabajadores organizados en torno a un sindicato, minoritario en el comité y que no alcanza el 1,5% en la sociedad vasca, hayan sabido contestar así, es un gran ejemplo para las organizaciones alternativas que trabajamos por la transformación social. Una enseñanza que convendría refrescar a menudo: “la única lucha que seguro se pierde, es la que no se da”.
Además hay otro aprendizaje en todo este conflicto, y es que ha puesto al descubierto lógicas de funcionamiento preocupantes en el PSE y en EH Bildu. Por un lado algo que ha pasado relativamente desapercibido, y es que la izquierda constitucionalista pactó con el PNV la Dirección actual de EITB, dentro de un reparto global de puestos en varias instituciones, sin preocuparse del plan diseñado contra los trabajadores de Radio Euskadi. Un típico pacto de puestos sin programa.
Por la otra parte, un sector destacado de la izquierda abertzale se ha mostrado capaz de apoyar al PNV en la destrucción de puestos de trabajo, mediante el despido de trabajadores con hasta 20 años de experiencia. ¿Cómo ha sido posible que una organización de izquierdas y su sindicato de referencia firmaran algo así?. La nueva exigencia de PL 4 para trabajar en las radios en castellano se alegó como explicación. Purgando con despidos a los periodistas que no dominan el euskera, se consolidaba una estrategia tan antigua como perversa, interesadamente confundida con la promoción de nuestra lengua: el intento de meter gente afín para ir controlando espacios de poder, en este caso la redacción de la radio pública.
Nadie contó con que habría una respuesta organizada, una reacción que ha dejado en evidencia las miserias de sus pactos en clave nacional con el PNV, y que ha convertido en insostenible su postura.
En definitiva, dos lecciones importantes para las izquierdas alternativas en Euskadi. En primer lugar, hay que subrayar la visión estratégica de que convivimos con organizaciones políticas que se reclaman de la izquierda, pero están demasiado dispuestas a sostener al PNV sobre principios muy distintos a los nuestros. En segundo lugar, y tal vez más importante, es que contra la injusticia, incluso ante adversarios aparentemente imbatibles, la resignación no es una opción.
Vuestras luchas, vuestras victorias, las de los y las trabajadoras de EITB, son un gran ejemplo y recordatorio. Gracias, @despidosradioeu.
Sabin Zubiri, militante de Ezker Anitza-IU
Aitor Urresti, militante de Equo Euskadi
Ander Gutiérrez-Solana, militante de Podemos-Ahal Dugu
Sobre este blog
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