AI reclama a Malasia la libertad del popular humorista gráfico Zunar

Amnistía Internacional reclamó hoy a Malasia la puesta en libertad de Zunar, un popular humorista gráfico de temas políticos, detenido el sábado por exhibir en una exposición dibujos ofensivos del primer ministro del país, Najib Raza.

“El arresto de Zunar es un ultraje. El cargo de sedición contra él debe ser retirado inmediatamente y debe ser liberado incondicionalmente”, dijo el director adjunto para el Sudeste Asiático y el Pacífico de Amnistía Internacional, Josef Benedict, en un comunicado.

La organización defensora de los derechos humanos también reclamó la liberación de la presidenta del movimiento Bersih, María Chin Abbdullah, detenida por la multitudinaria manifestación celebrada el lunes pasado para pedir la dimisión de Najib.

Benedict acusó a las autoridades de Malasia de utilizar leyes represivas “para silenciar y castigar las voces pacíficas bajo el disfraz de seguridad nacional”.

Zunar, cuyo nombre real es Zulkiflee SM Anwar Ulhaque, fue detenido ayer bajo la ley de sedición, al día siguiente de que los cuerpos de seguridad desmantelasen, unas horas después de su inauguración, una exposición del artista malasio en la que exhibía dibujos del primer ministro del país considerados ofensivos.

La campaña para derribar a Najib, que asumió el cargo en 2009, cobró fuerza en 2015 cuando el gobernante fue acusado en la prensa extranjera de haber desviado a cuentas bancarias personales alrededor de 700 millones de dólares del brazo inversor del Estado 1MDB.

Najib y la compañía negaron las acusaciones y, tras una investigación de la comisión anticorrupción, el fiscal general de Malasia exoneró al primer ministro en enero de 2016 de cualquier delito, al atribuir el dinero a un donativo de la familia real de Arabia Saudí.

El viernes pasado, el Tribunal de Apelaciones de Malasia anuló un apartado de la ley de secesión porque vulnera el derecho a la libertad de expresión que ampara la Constitución.

Los tres jueces que examinaron el recurso determinaron por unanimidad que siempre se debe probar la intencionalidad del acusado en un caso de sedición, en contra de lo que dice el apartado 3 del artículo 3 de la mencionada ley, que establece que la acusación sólo tiene que probar que lo dicho o escrito es sedicioso.