Abás inaugura un museo palestino vacío y sumido en las desavenencias

El presidente palestino, Mahmud Abás, inauguró hoy un histórico Museo del pueblo palestino en la localidad de Birzeit, próxima a Ramala, cuya visión por parte de la directiva museística en el último año ha estado plagada de desavenencias, que han llevado a que se abra al público vacío.

El dirigente palestino destacó en la ceremonia que el centro “albergará la memoria del pueblo palestino y la visión para futuras generaciones de que Palestina y su pueblo existen desde tiempos inmemoriales”.

“El pueblo de Palestina no se movió de este lugar ni un solo momento y este museo le dirá al mundo que estábamos aquí y que seguiremos aquí para construir nuestro Estado independiente”, insistió Abás sobre el objetivo político e histórico del edificio.

El museo pretende convertirse en uno de los mayores depositarios de la cultura palestina, si bien las diferencias entre los inversores privados y el equipo directivo ha conducido a un sonado retraso y al hecho de que hoy Abás tuviera que inaugurarlo vacío.

La primera exposición, “La historia política del bordado palestino”, se espera que llegue al recinto en octubre próximo, aunque mientras tanto se estrenará el 25 de mayo en Beirut.

La imponente instalación de piedra y cristal se erige sobre una de las características colinas del paisaje palestino y a espaldas de la Universidad de Birzeit, un ambicioso proyecto privado de cerca de 28 millones de dólares (24,7 millones de euros) -el 95 por ciento donado por palestinos-.

Según el actual presidente de la junta directiva, Omar Al Qattan, el centro albergará la herencia cultural del pueblo desde el Imperio Otomano a la actualidad.

El espacio contará en el futuro de una parte física, de exposiciones y talleres y de otra virtual que conformará un archivo audiovisual palestino en proceso de digitalización desde hace dos años y que ya cuenta con cerca de 11.000 fotografías.

Los retrasos en la apertura se han debido a las recientes diferencias entre el grupo de inversores y el antiguo director, Jack Persekian, cuyos conceptos no eran del agrado de la junta directiva.

En diciembre Persekian, de origen armenio y residente en Jerusalén, fue apartado de sus funciones y Al Qattan, presidente de unas de las fundaciones que avala el proyecto, se hizo con las riendas temporalmente.

El museo dio a conocer en un comunicado este mes el nombre del nuevo director Mahmud Hawari, al que calificaba “como destacado comisario en el British Museum”.

Sin embargo, el diario “The New York Times” verificó el dato con la institución británica, que aseguró que nunca desempeñó ese cargo sino que fue “un académico visitante en el British Museum”, a lo que el museo palestino respondió que se limitó a recoger en el comunicado información que aparecía en el currículo de Hawari.

El retraso en poner en marcha la fase artística no convenció a sus directivos de aplazar la inauguración, pues consideraban necesario hacerlo en coincidencia con el aniversario de la “Nakba” o “Catástrofe”, término con que los palestinos conocen las consecuencias de la creación de Israel el 14 de mayo de 1948.

El Estado de Palestina se levantará con “paciencia” y “determinación”, señaló en la inauguración Abás, para quien la máxima prioridad en este momento es “construir las instituciones de gobierno y declarar la independencia”.

Mientras tanto, varios grupos de investigadores buscan artefactos, historias o imágenes de la historia palestina para colectarlos y transmitirlos, como el proyecto Álbum Familiar, que se elaboró tras pedir a la gente que no tirasen sus fotografías para digitalizarlas y evitar que desaparecieran.

La idea es contar la historia, sociedad y cultura palestinas a la vez que unen a sus protagonistas más allá de las barreras del tiempo.