Aguirre asegura que en 30 años no ha cambiado de chaqueta ni se ha disfrazado

La presidenta del PP de Madrid y candidata a la Alcaldía, Esperanza Aguirre, ha asegurado hoy que después de tres décadas en política no ha “cambiado de chaqueta” ni se ha puesto nunca disfraces, y en todos sus cargos ha defendido los principios del liberalismo. “Llegué liberal y sigo liberal”.

Aguirre ha protagonizado hoy un EFE Fórum Elecciones, que cuenta con la colaboración de la Universidad Internacional de La Rioja (Unir) y Proeduca, donde ha dado a conocer su proyecto y analizado la actualidad política a menos de dos semanas de la celebración de los comicios del 24 de mayo.

La candidata ha afirmado que no tiene “complejos” en presentarse como una liberal, y ha celebrado que 30 años después de haber redactado la ponencia ideológica del Partido Liberal siga pensando lo mismo que escribió en 1985.

Una trayectoria de lealtad a unos principios que hace que en España haya “pocos políticos tan conocidos”, no por el hecho de ser reconocida por la calle, sino porque “el que haya querido saber cómo soy y cómo pienso no ha tenido que esforzarse demasiado, le basta con consultar las hemerotecas”.

“En mis 32 años de vida política he dado la cara siempre, nunca he rehuido debates con mis adversarios ni con mis compañeros de partido”, ha remarcado.

Ha recordado que su decisión de entrar en política a principios de los años 80 se debió a que con Felipe González en el Gobierno y sus políticas socialistas creía que debía haber “alguien que se levantara con la bandera del liberalismo”.

“Desde entonces, en todos los puestos que he ocupado he sido fiel a esos principios”, ha agregado.

Igual que en los 80 decidió dar un paso adelante contra las políticas socialistas, el auge de Podemos y las encuestas que a finales de 2014 vaticinaban que sería la primera fuerza política en España le hizo volver a la primera línea y ofrecerse a ser candidata pese a su retirada a un segundo plano en septiembre de 2012, con idea de “plantar cara a la ola de populismo liberticida”.

Y también con la idea de “devolver la ilusión a los ciudadanos”, con “humildad” y “huyendo de medidas grandilocuentes”, y sobre todo prestando atención “a las pequeñas cosas” y escuchando a los vecinos de la capital, que “quieren ser dueños de su ciudad”. “Y es que lo son”, ha apuntado.