El alcalde de Algeciras impone la insignia de la ciudad a Rajoy, que asegura que la llevará “en su cabeza y su corazón”

En una concurrida calle Trafalgar, todos los integrantes del equipo municipal de gobierno y la concejal no adscrita Elena Abad han esperado al presidente a las puertas del Consistorio, una visita que sin embargo ha contado con la ausencia de los otros grupos municipales que han tachado el acto como “electoralista”.

Rajoy ha sido acompañado igualmente por el delegado del Gobierno en Andalucía, Antonio Sanz; el vicesecretario de Autonomías y Ayuntamientos del PP, Javier Arenas; el presidente el PP andaluz, Juanma Moreno; además de representantes de la comarca del Campo de Gibraltar, como el coordinador de la Administración del Estado en la zona, Ignacio Macías.

Una vez en el despacho de Landaluce, Rajoy tuvo la oportunidad de rubricar el Libro de Honor de la Ciudad, tras lo que se ha pasado inmediatamente al salón de plenos, donde aguardaban las autoridades locales y comarcales.

En este marco, el alcalde ha resaltado que es el primer presidente de la democracia que entra en el Ayuntamiento y ocupa la presidencia del histórico salón de sesiones. Landaluce, antes imponer la insignia de la ciudad al presidente, ha destacado la importancia histórica de la visita y enumerado algunos de los retos más importantes que tiene Algeciras por delante, así como sus aspectos más singulares, su naturaleza y su puerto.

Después de la imposición de la insignia, intervino Rajoy, quien ha destacado su amistad con Landaluce y dejando claro que llevará siempre Algeciras “en la cabeza y en el corazón”, a la par que se ha comprometido a regresar a Algeciras. Alcalde y presidente abandonaron el Ayuntamiento rodeados de una enorme multitud que ralentizó el breve trayecto hasta los coches oficiales.