Alianza libia arrebata 37 kilos de oro y 3 millones de dólares al EI en Sirte

Fuerzas de la alianza militar del llamado gobierno de unidad libio se incautaron de 37 kilos de oro, cerca de 3 millones de dólares y un importe indeterminado en otras monedas ocultas en un edificio de una localidad arrebatada a la rama libia del grupo Estado Islámico (EI), cerca de la ciudad central de Sirte.

Según explicó a Efe una fuente de esa fuerza, unidades de combate hallaron anoche el botín mientras registraban Abu Najim, localidad que los soldados bajo el mando de Trípoli han logrado reconquistar en los aledaños de Sirte.

“Actualmente no queda ninguna huella del EI aquí, los yihadistas han desaparecido completamente de la ciudad y se han replegado 30 kilómetros al oeste de Sirte”, explicó la fuente antes de indicar que junto al oro y las divisas los soldados requisaron gran cantidad de armas y municiones.

La informaciones de inteligencia militar apuntan a que los yihadistas han comenzado también a abandonar Sirte y se han instalado en la ciudad costera de Harawa, a unos 70 kilómetros al este, en cuya comisaría se han visto vehículos del EI repletos de presos, agregó.

El portavoz de las fuerzas dirigidas por el gobierno de unidad, Mohamed al Jasri, reveló, por su parte, que la alianza prepara una vasta operación en los alrededores de Sirte, por lo que pidió a los residentes abandonar esta ciudad, bastión de los yihadistas desde junio de 2015.

Y la Aviación libia indicó en un comunicado que realizó cien ataques aéreos contra un centenar de objetivos estratégicos del EI en la citada localidad del Mediterráneo en los que murieron casi 100 personas, información que no ha sido confirmada ni desmentida por fuentes independientes.

Una alianza de milicias bajo el mando del Gobierno de unidad se prepara desde hace un mes para asaltar Sirte, ciudad en la que nació el dictador Muamar el Gadafi y en la que murió apaleado por una turbamulta en octubre de 2011 tras ser derrocado.

Las citadas fuerzas mataron en los últimos cuatros días a Jaled al Shaib, uno de los principales cabecillas del grupo yihadista Estado Islámico (EI) en el norte de África, sobre el que pesaba una orden de captura internacional.

Libia es un estado fallido, víctima del caos y la guerra civil, desde que en 2011 la comunidad internacional apoyara el alzamiento rebelde y contribuyera militarmente a la caída del régimen dictatorial de Gadafi.

En la actualidad tiene tres gobiernos: uno que la ONU considera rebelde y que hasta marzo controló Trípoli; otro en Tobruk, que perdió la legitimidad, y un tercero, “de unidad nacional”, asentado en Trípoli y al que Naciones Unidas y la Unión Europea apoyan.

De este conflicto político han sacado provecho los grupos yihadistas, en especial la rama libia EI y la organización de Al Qaeda en el Magreb Islámico (AQMI), que además de Sirte controla la ciudad de Derna, vecina a Egito, y barrios de Bengazi, segunda urbe del país, capital del alzamiento.