Armani presenta en la pasarela de Milán a un hombre sobrio, pero apasionado

Armani cerró hoy la Semana de la Moda Masculina de Milán para el próximo otoño-invierno con un hombre que viste en tonos oscuros, pero que no duda en combinarlo con detalles rojo rubí y no descarta echar mano al neopreno y a la piel desgastada.

Armani presentó una colección de líneas muy definidas, colores oscuros y elegantes y formas sobrias y geométricas, rotas por complementos en neopreno y por detalles como pañuelos y corbatas en rojo rubí para dotar de sensualidad al hombre urbano.

Una colección que, según el diseñador italiano, pretende destruir la formalidad con detalles que desbaraten la seriedad del traje de chaqueta como las americanas rosadas o verdosas, los pañuelos o corbatas en rojo tinto o las amplias sudaderas de algodón con estampados geométricos en negro.

La moda deportiva y el traje formal se mezclaron de forma muy natural: lo que parecía paño era neopreno o lo que parecía pana raída era un precioso abrigo tres cuartos de piel desgastada y confeccionado artesanalmente, convirtiendo el material técnico en un producto refinado, de primera línea.

Una forma de romper el clasicismo que lleva implícito el traje de chaqueta.

Imprescindibles también, según Giorgio Armani, el bolso masculino, en piel oscura a juego con los guantes y brillantes zapatos acharolados.

Esta última jornada de la pasarela milanesa contó también con los desfiles de Dsquared2, Roccobarocco, Diesel Black Gold y Enrico Coveri.

Dsquared2 presentó a un hombre que se divierte vistiendo y que ve la vida con un punto de jazz y bebop, mientras que el de Roccobarocco es discreto y urbanita.

Los modelos de Dsquared2 desfilaron bajo las notas del saxofón de Charlie Parker y de la trompeta Dizzy Gillespie entre los callejones del Nueva Orleans de 1940, en plena Segunda Guerra Mundial.

En la colección presentada predominó la tela vaquera y las tonalidades militares, los tirantes y los pantalones pitillo oscuros por encima del tobillo que dejaban entrever gruesos calcetines de tonalidades caquis bajo las botas de media caña con cordones.

La textura pobre de los pantalones se contrapuso al aspecto refinado del astracán y de la angora que presentaron las americanas, las chaquetas cruzadas y abotonadas y los abrigos tres cuartos que proponen los hermanos Dean y Dan Caten, propietarios de la firma.

El hombre de Dsquared2 juega con complementos como los alfileres y pajaritas doradas para romper una composición de tonalidades oscuras y con sombreros altos de moer en colores barrocos como el verde botella, el burdeos, el marrón o el dorado.

Mucho más urbana y actual fue la apuesta de la casa romana Roccobarocco que presentó a un hombre juvenil, también en grises muy oscuros, con acolchados y brillantes abrigos de plumas y con estrechos pantalones pitillo y camisetas de algodón de cuello alto muy ajustadas.

La semana de la moda masculina de Milán cierra así una edición en la que desfilaron por sus pasarelas cerca de medio centenar de marcas y que estuvo influenciada por la proximidad de las próximas elecciones.

“Sea el resultado que sea, el gobierno que salga de las urnas el próximo 24 de febrero debe apoyar a la industria de la moda tan importante para Italia e impulsar las escuelas de diseño para fomentar el desarrollo de los nuevos talentos italianos” declaró Renzo Rosso, propietario de la firma Diesel.