Arte o mal gusto: una campaña contra las leyes de asilo desata la polémica en Berlín

El último proyecto del Centro para la Belleza Política, colectivo de activistas y artistas alemanes que anunció que lanzaría a un refugiado a los tigres hoy en Berlín, levantó polvareda hasta el último momento, tachado por el Gobierno de Angela Merkel de “escenificación de mal gusto”.

Finalmente ningún refugiado fue devorado por los cuatro tigres instalados desde hace dos semanas en una gran jaula en el centro de la capital alemana, junto al teatro Maxim Gorki, pero el colectivo logró llevar a los principales medios del país su protesta contra la legislación de asilo.

La popular actriz siria May Skaf, conocida por muchos espectadores árabes por sus trabajos en televisión y por su activismo frente al régimen de Bachar al Asad, se había ofrecido como víctima y hoy leyó ante los dos centenares de personas reunidos frente al teatro una “Carta de los tigres”, que se negaron a “formar parte de la lógica de la muerte” de los seres humanos.

En una emotiva representación, Skaf tachó de “vergüenza” la ley que pedían abolir los activistas y que sanciona a las compañías áreas que no exijan los visados preceptivos a sus pasajeros, una normativa que, denuncian, ha dejado el mar como única opción de huida para cientos de miles de personas.

El objetivo del Centro para la Belleza Política era llevar hoy a Berlín, en un vuelo directo desde Turquía, a un centenar de solicitantes de asilo para reunirlos con sus familias y demostrar de forma simbólica que sólo las barreras administrativas les impiden llegar de forma segura a Europa, sin jugarse la vida en aguas del Mediterráneo.

Según había informado el colectivo, en doce días habían recaudado donaciones por importe de 72.000 euros.

Sin embargo, Air Berlín decidió cancelar a última hora el contrato cerrado con los artistas para fletar un vuelo chárter, tras confirmar con las autoridades que las personas que iban a viajar no contaban con la documentación necesaria.

En un comunicado difundido a través de Twitter, el Ministerio de Interior alemán aseguró que la crítica al Gobierno “está permitida y es importante”, pero dejó claro su malestar con la campaña.

“Se trata de una escenificación de mal gusto en la que los refugiados afectados son instrumentalizados por los organizadores”, subrayó en ministerio antes de recordar que Alemania ha acogido desde el inicio del conflicto de Siria a alrededor de 400.000 refugiados de ese país.

May Skaf, detenida en varias ocasiones en Siria antes de abandonar el país, lamentó haber defraudado a los espectadores, a quienes insto a reflexionar sobre lo ocurrido en estas dos últimas semanas y sobre las miles de personas que seguirán muriendo en el mar mientras Europa no abra sus fronteras.

El Centro para la Belleza Política se dio a conocer el año pasado en todo el país con la campaña “Vienen los muertos”, en la que enterraron en sendos cementerios berlineses dos féretros en los que, aseguraron, reposaban los cuerpos de dos ciudadanos sirios muertos en el Mediterráneo.