Asesinan en Honduras al presidente de Movimiento Unificado de Campesinos

El presidente del Movimiento Unificado Campesino del Aguán (MUCA), José Ángel Flores, fue asesinado hoy en una comunidad del departamento de Colón, en el Caribe de Honduras, informó a Efe un portavoz de la organización.

“El compañero José Ángel Flores fue asesinado a balazos por cuatro desconocidos al salir de una reunión en el asentamiento campesino La Confianza”, Colón, dijo el portavoz de la Plataforma Agraria del Bajo Aguán, Yoni Rivas.

Agregó que otro compañero, identificado como Silmer Dionisio George, que fue herido en el mismo hecho criminal, registrado a las 18.10 horas locales (00.10 GMT), murió en un hospital de Tocoa, en el mismo departamento de Colón.

Rivas indicó que Flores, de 64 años, tenía medidas cautelares dictadas por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) desde el 8 de mayo de 2014 y acusó al Gobierno de Honduras de montar “una estrategia” creando “grupos militares y escuadrones de la muerte para desestabilizar el movimiento campesino del Aguán”.

Señaló además que Silmer Dionisio también tenía medidas cautelares y que junto con Flores fue asesinado al salir de un taller con la participación de unas 25 personas.

Añadió que Flores corrió herido y cayó en la parte posterior de una tienda de consumo de los campesinos, donde “fue rematado a tiros”, mientras que Silmer Dionisio fue llevado herido a Tocoa, donde murió en un hospital.

Rivas exigió que el doble crimen sea “investigado y que se capture a los autores intelectuales y materiales”.

También señaló que se siente “preocupado y vulnerable”, y que en meses recientes trascendió una lista de varias páginas con nombres de campesinos, entre ellos dirigentes del MUCA, que serían asesinados por grupos paramilitares.

La misma fuente acusó además al Gobierno de demorar una petición del MUCA de readecuación de deuda que tienen con el Estado por unas tierras que adquirieron durante el Gobierno de Porfirio Lobo (2010-2014).

La demora del Gobierno en responder a la readecuación de la deuda de unos 560 millones de lempiras (24 millones de dólares), según Rivas, es “una estrategia” para que los campesinos pierdan las tierras y sean “recuperadas nuevamente por los terratenientes” que las vendieron al Estado como parte de un acuerdo.

En julio de 2015 Flores encabezó una comisión del MUCA que llegó a Tegucigalpa a solicitar al secretario de Finanzas la ampliación a dos años el período de gracia para comenzar a pagar el dinero que deben de sus tierras, debido a que habían tenido problemas por la caída del precio del aceite de palma africana en el exterior.

Entonces dijo que venían a presentar documentos al Instituto Nacional Agrario (INA), el Banco Hondureño para la Producción y la Vivienda (BANHPROVI) y la Secretaría de Finanzas para demostrar la difícil situación económica que estaban atravesando y pedir la ampliación del período de gracia para empezar a pagar la deuda.

El MUCA nació en 2006 “y se ha mantenido en la lucha por recuperar la tierra que ha sido destinada para procesos de Reforma Agraria en el país, específicamente en el Valle del Aguán”, indicó la Plataforma Agraria en un comunicado.

Con el crimen de hoy suman 150 los campesinos y campesinas asesinados en el valle del Aguán desde 2009, añade la información.

En marzo pasado también fue asesinada en Honduras la ambientalista y defensora de derechos humanos Berta Cáceres, quien se oponía a un proyecto hidroeléctrico en el occidente del país.

Cáceres, quien tenía medidas cautelares de la CIDH, fue asesinada en la ciudad de La Esperanza, departamento occidental de Intibucá, de donde era originaria.