Asociaciones abogados piden a Xi que libere a letrados detenidos hace un año

Asociaciones de abogados de todo el mundo urgieron en una carta dirigida al presidente chino, Xi Jinping, a que “honre su compromiso de proteger el imperio de la ley” y libere a los letrados de derechos humanos que siguen detenidos un año después de que se produjera una inusual campaña contra el sector.

Xi, señala la misiva, “debería liberal a todas las personas detenidas de forma ilegítima” y asegurar que “las dos docenas de abogados que se enfrentan a cargos puedan elegir su propia defensa”, según recoge hoy el diario hongkonés South China Morning Post.

Veintitrés defensores chinos de los derechos humanos continúan hoy detenidos, 17 de ellos incomunicados y que corren el riesgo de ser torturados, según han denunciado sus familiares y compañeros de profesión.

Entre el 9 y 10 de julio del año pasado, las autoridades chinas detuvieron a 319 abogados, otros trabajadores de bufetes y a activistas en distintas zonas del país.

A excepción de 6 de ellos, a día de hoy ninguno ha tenido acceso a un abogado de su libre elección o a hablar con sus familiares, según la información recabada por China Human Rights Lawyers Concern Group.

En el centro de esta campaña están los abogados de derechos humanos más activos de China, los que se dedicaban a casos sensibles para el Gobierno, al defender entre otros a disidentes o activistas.

“Como presidente de la República Popular de China, le urgimos a que dedique su atención a asegurar que el país honra su compromiso con la constitución, las leyes nacionales y los Principios Básicos de la ONU para los Abogados”, incide la carta, firmada por más de una docena de asociaciones y grupos de abogados de todo el mundo.

Asimismo, insta a las autoridades comunistas a “dejar de bloquear que las familias de los detenidos busquen ayuda legal y a asegurar que éstos reciben el tratamiento médico adecuado y se cumplen sus derechos de visita”.

Los familiares de los arrestados también afirman sufrir el acoso de las autoridades y han sido amenazados para que no hablen con los medios o protesten, si bien muchos desoyen esas advertencias.

Con motivo del aniversario de las detenciones, un portavoz del Ministerio de Exteriores, Hong Lei, aseguró que “China es un país basado en la ley” y que “los países extranjeros no deberían interferir”.

Las autoridades chinas acusan a los detenidos de “subversión” y, en caso de ser declarados culpables, podrían pasar el resto de su vida en prisión.