Australia legislará contra la interferencia extranjera en la política

El Gobierno australiano anunció hoy un paquete de reformas legales contra la interferencia extranjera cuya aprobación supondría una amplia reforma del espionaje, la contra-inteligencia y las donaciones políticas.

“Los poderes extranjeros están haciendo más intentos sofisticados para influir en los procesos políticos, tanto aquí como en el extranjero”, dijo a la prensa el primer ministro, Malcolm Turnbull.

La propuesta sigue a la controversia en el país por la influencia ejercida por China y las donaciones de sus agentes a políticos locales, además de las investigaciones en Estados Unidos por la posible interferencia rusa en las últimas elecciones presidenciales.

El proyecto de ley persigue crear un mecanismo para registrar a una persona o entidad que participe en la política australiana en representación de un estado extranjero.

“Ambos elementos son requeridos (en el registro). Los lazos con un actor extranjero y su apoyo”, explicó Turnbull, quien estuvo acompañado por el fiscal general de Australia, George Brandis y el titular de Finanzas, Mathias Cormann.

Si los vínculos con actores o intereses extranjeros no son revelados a las autoridades, la persona o entidad podrá ser sancionada por delitos penales, agregó.

También se prevé actualizar las definiciones de espionaje y traición y crear una serie de delitos vinculados a la interferencia extranjera.

“Si uno actúa de forma encubierta en nombre de un actor extranjero, de forma que dañe la seguridad nacional australiana, para influir en el proceso político o una decisión del Gobierno, su conducta será criminalizada”, precisó Brandis.

Por su lado, Cormann indicó que el Gobierno presentará el proyecto de ley para la prohibición de las donaciones extranjeras a finales de la semana en el Senado.

El titular de Finanzas explicó que solamente las organizaciones y empresas australianas podrán influir en las elecciones en el país a través de las donaciones políticas.

“Esto no previene que las organizaciones de beneficencia reciban y usen donaciones extranjeras para actividades que no sean políticas en Australia”, recalcó Cormann.

El ministro añadió que estas organizaciones podrán vincularse a actividades políticas en Australia si su financiación procede de donantes australianos.