Bagdad y Ankara reactivan sus relaciones con visita de Davutoglu a Irak

El ministro turco de Asuntos Exteriores, Ahmet Davutoglu, y las máximas autoridades políticas y religiosas de Irak han decidido abrir un nuevo capítulo en los lazos entre ambos países, tras el deterioro sufrido en los últimos años.

“Hemos celebrado discusiones fructíferas y estamos felices con esta visita”, destacó hoy el jefe de la diplomacia turca en una rueda de prensa en la ciudad santa chií de Nayaf, al sur de Bagdad.

Davutoglu, que llegó ayer a Irak, se entrevistó en Nayaf con el líder del chií Bloque Sadr, Muqtada al Sadr, y con el máximo clérigo chií de Irak, ayatolá Ali al Sistani.

Al Sadr, que señaló por su parte que Irak necesita normalizar las relaciones con países vecinos como Turquía, expresó su esperanza en que estas se vean reforzadas.

Durante su visita a Irak, Davutoglu se reunió asimismo con el primer ministro iraquí, Nuri al Maliki, y con su homólogo, Hoshiyar Zibari, con quien anunció la reactivación de los lazos bilaterales en todos los ámbitos.

“Existe la voluntad en Bagdad y Ankara para impulsarlos, por lo que hemos acordado (...) celebrar una reunión a nivel de jefes de Gobierno en un futuro próximo”, explicó Zibari anoche.

Davotuglu destacó que encontró en Irak la perseverancia de devolver la vitalidad a los lazos bilaterales y que Turquía “tiene una fuerte voluntad de volver a encarrilar las relaciones”.

El jefe de la diplomacia iraquí reveló, además, que analizaron la ampliación de la red de comunicaciones aéreas, marítimas y terrestres y el enlace de las redes ferroviarias entre ambos países.

Zibari visitó Ankara a finales de octubre pasado en respuesta a una invitación de Davutoglu, en el marco de los esfuerzos de los dos gobiernos para mejorar los lazos bilaterales.

Las relaciones se enturbiaran por el refugio concedido por Turquía al vicepresidente iraquí, Tareq al Hashemi, acusado de delitos de terrorismo, y por diferencias sobre el conflicto sirio.

Ankara respalda abiertamente a la oposición siria en su lucha por derrocar al régimen, mientras que Bagdad se ha mantenido oficialmente neutral, aunque hay milicianos chiíes iraquíes combatiendo al lado de la tropas sirias.