Ban Ki-moon logra que el presidente de Burundi retome el diálogo con la oposición

El secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, anunció hoy que el presidente de Burundi, Pierre Nkurunziza, se ha comprometido a retomar un “diálogo inclusivo” con la oposición y se mostró “satisfecho” con la predisposición mostrada por el mandatario burundés.

Ban, que mantuvo un encuentro de una hora con Nkurunziza, elogió también su promesa de “rediseñar el paisaje mediático, suspender algunas órdenes de arresto y liberar a 2.000 detenidos”, decisiones que podrían contribuir a devolver la paz al país tras meses de violencia.

Sin embargo, el secretario general de la ONU también tuvo palabras críticas para el Gobierno burundés, al que recordó que “las detenciones políticas, la violencia, la impunidad y la inestabilidad tiene consecuencias humanitarias profundas” y abogó por responder a la crisis con “acciones comunes y diplomacia preventiva”.

Por su parte, Nkurunziza reafirmó su intención de participar “en un diálogo interburundés”, aunque matizó que las conversaciones de paz están cerradas para “aquellos que perturban la paz”.

El presidente burundés acusó una vez más a Ruanda de interferir en las resolución del conflicto y aseguró que el país vecino es un “peligro” para la paz y que tiene pruebas para demostrarlo.

Ban Ki-moon aterrizó ayer por la tarde en la capital, Buyumbura, donde fue recibido por el vicepresidente del país, Gaston Sindimwo, para impulsar el diálogo entre el Gobierno y la oposición.

Burundi está inmerso en una grave crisis política -que ha causado más de 400 muertos y 240.000 desplazados- desde abril de 2015, cuando Nkurunziza anunció que se presentaría por tercera vez a las elecciones, algo que prohíbe la Constitución y viola los acuerdos que acabaron con una larga guerra civil en 2005.

Nkurunziza fue reelegido en julio, en unos comicios que la comunidad internacional considera fraudulentos, lo que no ha impedido que el presidente se mantenga en su cargo.

Según la ONU, además de las más de 400 personas que han sido asesinadas durante esta crisis política, casi 240.000 han tenido que huir del país, al borde del genocidio.