Baviera pide “ley y orden” tras los atentados y refuerza a su policía

El Gobierno de Baviera (sur de Alemania) pidió hoy “seguridad, transparencia, ley y orden” en la política de asilo y anunció un fuerte incremento de sus efectivos policiales tras los dos atentados registrados en el estado, cometidos por refugiados y reivindicados por el Estado Islámico (EI).

“Sin seguridad no hay libertad”, afirmó en una rueda de prensa el ministro bávaro de Interior, Joachim Herrmann, quien estimó que la amenaza del terrorismo yihadista es alta y recordó que los ciudadanos esperan una respuesta del Estado.

La policía bávara será reforzada con 2.000 nuevos agentes en los próximo cuatro años y con nuevas armas, vehículos blindados y cascos y chalecos antibalas, y se incrementará la videovigilancia en estaciones y otros espacios públicos.

Herrmann reclamó además una mayor vigilancia sobre las telecomunicaciones e instó al Gobierno que lidera Angela Merkel y del que su partido -la Unión Socialcristiana (CSU)- es socio incrementar los controles sobre refugiados y solicitantes de asilo.

A su juicio, mientras la Unión Europea no sea capaz de proteger sus fronteras exteriores es necesario reforzar las fronteras nacionales y garantizar que todos los solicitantes de asilo son identificados de forma correcta antes de permitir su entrada en el país.

Herrmann instó también a revisar expedientes de asilo aprobados en los últimos meses sin las necesarias comprobaciones de seguridad y subrayó la necesidad de agilizar las expulsiones del país de quienes no tengan derecho a asilo y de los refugiados que delincan.

Su colega de Justicia, Winfried Bausback, se mostró convencido de que sólo los “románticos” pueden pensar que la actual amenaza puede afrontarse únicamente con más ayuda o respaldo psicológico y defendió el “concepto clásico de seguridad”.

Tanto el autor del atentado del domingo en Ansbach, un solicitante de asilo sirio de 27 años que detonó una bomba junto a un festival de música e hirió a quince personas, como el joven de 18 años que dos días antes mató a tiros a nueve personas en un centro comercial de Múnich, se encontraban en tratamiento psicológico.

El EI ha reivindicado el atentado de Ansbach y el cometido el 18 de julio en Würzburg, también en Baviera, donde un refugiado afgano de 17 años atacó con un hacha y un cuchillo a los pasajeros de un tren de cercanías e hirió a cinco personas antes de ser abatido por la policía.