Berlín espera que Quito le informe oficialmente de ruptura de la cooperación

El Gobierno alemán aseguró hoy que está a la espera de que el Ejecutivo de Ecuador le informe de manera “oficial” de su decisión de terminar la cooperación bilateral en materia medioambiental y declinó hacer comentarios hasta entonces.

“Cuando tengamos información oficial reaccionaremos de forma adecuada”, señaló una portavoz del Ministerio de Cooperación y Desarrollo en la rueda de prensa habitual de los portavoces del Gobierno.

Según apuntó, Berlín sólo tiene conocimiento de las intenciones de Ecuador a través de informaciones periodísticas.

El canciller ecuatoriano, Eduardo Patiño, anunció el viernes que el país daba por terminada unilateralmente la cooperación con Alemania en temas ambientales y que devolvería a Berlín fondos por importe de siete millones de euros.

A principios de mes el ministro alemán de Cooperación, Gerd Müller, había criticado que Ecuador vetara la entrada en el país de una delegación de diputados germanos que pretendían visitar los proyectos de explotación petrolera en el Yasuní, en la Amazonía, y reunirse con representantes de organizaciones ambientalistas locales.

Este fin de semana, el presidente ecuatoriano, Rafael Correa, reiteró los argumentos de su Gobierno y subrayó que no aceptan la “supervisión” de los diputados alemanes.

“Bienvenidos como turistas, bienvenidos como hermanos; como virreyes, como supervisores, por el mismo avión los embarcamos y los devolvemos a su país, señores. Estamos en un país soberano”, dijo Correa, quien aseguró que se “acabó la colonia hace tiempo”.

Su Gobierno vetó la entrada de la delegación parlamentaria alemana con el argumento de que la visita no había sido “convenientemente coordinada” entre ambas partes, según explicó entonces a Efe el embajador del país latinoamericano en Berlín, Jorge Jurado.

El Ejecutivo ecuatoriano proyecta una explotación petrolera en el Yasuní, una iniciativa que ha suscitado protestas e incluso una demanda contra Ecuador ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) por parte de un movimiento ecologista.

En 2013 Correa dio por acabado el proyecto Yasuní-ITT, que buscaba el respaldo económico de la comunidad internacional para no explotar el crudo de la zona, tras denunciar la falta de respaldo recibido.