Berlín reconoce que la reunificación no ha calado entre todos los alemanes

Berlín reconoció hoy en un informe a raíz del vigésimo quinto aniversario de la reunificación alemana, que se cumple este año, que la unión política de las repúblicas federal y democrática aún no ha calado en parte de la población.

El estudio ha sido realizado por el Centro de Investigación Social de Halle (ZSH) a petición de Iris Gleicke, alta comisionada del Gobierno Alemán para los nuevos “Länder”, la forma políticamente correcta de referirse a las antiguas regiones de la Alemania comunista.

“Estamos unidos, pero aún no somos uno”, dijo Gleicke para resumir el mensaje del documento, titulado “¿Somos un pueblo?”, parafraseando el lema de las manifestaciones de 1989 en la Alemania Oriental, en las que se gritaba “¡Somos un pueblo!” para demandar la reunificación.

El estudio da cuenta de la progresiva homologación social, política y económica de los alemanes del este y el oeste desde 1990, pero apunta las diferencias aún pendientes.

Si la gran mayoría de los alemanes de uno y otro lado de la frontera caída afirman que su situación económica ha mejorado en el último cuarto de siglo, las diferencias entre este y oeste son claras cuando se interroga sobre cuestiones políticas.

Así, cerca del 75 % de los alemanes occidentales se sienten “políticamente como en casa” dentro de la República federal, pero sólo el 50 % de los orientales.

No obstante, es preciso recalcar en este ámbito la gran diferencia generacional, ya que en el grupo entre 14 y 29 años, de uno y otro lado, la tasa de personas contentas con el sistema político alemán ronda el 65 %.

El 70 % de los ciudadanos de la antigua Alemania oriental reconocen que la República democrática era “una dictadura”, pero sólo un 46 % creen que además era un Estado arbitrario a nivel legal.

Sobre la reunificación, el 77 % de los ciudadanos provenientes de la extinta Alemania comunista la consideran personalmente provechosa, mientras que esta tasa se reduce hasta el 62 % entre los alemanes del oeste.

En general, un 83 % de los occidentales y un 76 % de los orientales están satisfechos con su vida.

A juicio de Gleicke, el informe es una “clara señal” de que, pese a los “errores y retrocesos” en la reunificación, en términos generales el proceso político ha tenido una “buena y exitosa evolución”.

Sin embargo, la comisionada considera su tarea “convencer al dubitativo resto” de la población de su país “de que la unidad es una victoria para todos los alemanes”.